Este jueves se organizó un amplio simulacro de evacuación costera en la región de Coquimbo.
A raíz de ese evento, el ex subdirector de ex ONEMI, actual SENAPRED, Víctor Orellana, advirtió que no todas las regiones del país están protegidas de la misma manera ante una emergencia, y que las advertencias mediante mensajería pueden no tener una cobertura total, por lo que es necesario tener sistemas redundantes.
Con la movilización de 65 mil personas, según lo reportado por Senapred, la mañana de este jueves se llevó a cabo un simulacro en el borde Costero de Coquimbo.
Pasadas las 11:30 comenzaron a llegar las alarmas para que las personas que se encontraban en el sector costero de La Higuera, La Serena, Coquimbo, Ovalle, Canela y Los Vilos, se trasladaran al interior, evitando ser afectados por un posible tsunami.
La preocupación sobre cómo reaccionar ante una emergencia de esta naturaleza abarca todo el territorio nacional, dado que hoy más de tres millones de personas viven en la costa, número que puede fácilmente duplicarse en el verano con quienes visitan esas zonas.
Sin embargo, a lo largo del país, solo cinco regiones cuentan con un sistema adicional de apoyo sonoro a la mensajería vía celular para evacuar en caso de terremoto o tsunami. En el caso de Coquimbo, Valparaíso, Biobío y Los Lagos, que concentran la mayor cantidad de población expuesta, esas alarmas no existen.
En países que también están expuestos a estos fenómenos, como Japón, Estados Unidos, Indonesia y Europa entre otros, ya se instalan sirenas en la costa como una medida base, lo que se complementa con otras tecnologías.
Por ello, el consultor de riesgos Víctor Orellana, sostiene que el país debe avanzar hacia ese mismo camino.
“En la costa de Chile están todos igual de expuestos ante desastres naturales, pero no todos están igual de protegidos. Hay regiones que no cuentan con sirenas para poder alertar a la población en caso de necesitar evacuar el lugar, y si bien existen muy buenas alarmas a través de celulares, una parte de la población como niños o adultos mayores puede no tener acceso a estos dispositivos”, explica Orellana.
Preparar a la población para que sepan cómo actuar, las consideraciones que deben tener y la ruta de evacuación más cercana a su hogar, lugar de trabajo o estudio, son otros puntos importantes para poder enfrentarse a estas situaciones, lo que explica el simulacro de la Región de Coquimbo.
“Lo ideal es tener sistemas redundantes de protección ante una emergencia, que se complementa con la educación y entrenamiento de la población. Y un sistema redundante es que además de las alarmas al celular, pueda existir un sistema auditivo autónomo, conectado a satélites, y que no dependes de si se cae una antena o si alguien no tiene consigo el teléfono celular en ese momento”, agrega el ex subdirector de la Onemi, actual SENAPRED, Víctor Orellana, quien incluso matiza la efectividad de simulacros tan masivos.
“Estos ejercicios con tantas personas al mismo tiempo, con automovilistas por ejemplo que no respetan el simulacro, pueden complicar el tránsito de las personas. En otros países se ha visto que realizar esto de manera más acotada, facilita a quienes participan, poder comprender mejor lo que deben hacer al momento de una evacuación”, sostiene Orellana.
A pesar de los maremotos que se vivieron en las regiones de Biobío el año 2010 y Coquimbo en 2015, la costa de ambas localidades se encuentra desprovista de sirenas que permitan avisar a los habitantes de manera rápida que se debe evacuar la ciudad, y dependen del apoyo que puedan brindar otros servicios como bomberos, quienes no cuentan con alarmas de mayor alcance, para poder llegar a la población que no tiene acceso a la mensajería de emergencia.
[…] evaluar la posibilidad de desarrollar proyectos de infraestructura de evacuación vertical para Tsunami, que es una iniciativa piloto a nivel nacional y latinoamericano donde se da la dualidad de que […]