Últimamente se ha normalizado el uso de pantallas al momento de alimentarnos, el cual puede generar ciertos factores de riesgos para la salud, tanto para adultos como niños, es por esto que es importante destacar los beneficios de alimentarse acompañados, evitando pantallas.
El Ministerio de Salud (MINSAL) el año 2022 actualiza las Guías alimentarias para la población Chilena, destacando la importancia de alimentarse sin pantallas: “En la mesa disfruta de tu
alimentación, come acompañado cuando puedas y saca las pantallas”, la cual nos entrega beneficios y consejos para poder evitar su uso.
Existen múltiples beneficios que conlleva el comer sin pantallas en nuestro día a día, el Ministerio de Salud dentro de las guías alimentarias destacan: Ser un factor protector contra el sobrepeso y la obesidad, fortalece vínculos afectivos dentro del entorno, es una instancia para transmitir hábitos saludables y además ayuda a instaurar horarios y rutinas. Además cuando las personas comen reunidas, tienden a desconectarse de las pantallas, dejando un espacio para la conversación y relacionarse entre sí.
Dentro de los consejos entregados por el MINSAL se encuentra el evitar comer con la televisión encendida, ni con el celular o tablet sobre la mesa, de esta manera se logran apreciar y disfrutar los sabores de las comidas además de comer de manera mucho más consciente, con esto se logra una buena asimilación de los alimentos y de sus nutrientes a fin de evitar comer de manera demasiado rápida y excesiva.
Otro consejo entregado en la guía tiene relación con respetar los horarios de cada comida, dando un énfasis especial al desayuno, comer al menos tres veces al día y no olvidar beber agua para acompañar las comidas. Al momento de comer se recomienda alejar los dispositivos de la mesa, así como limitar la tecnología en el día a día, estableciendo horarios para el uso.
La importancia de adquirir estos hábitos radica en adquirir una alimentación consciente, donde le damos un espacio a alimentarnos, reconociendo lo que comemos y cómo lo comemos, pudiendo disfrutar la alimentación como el acto social que es.
Destaca en este sentido la oportunidad de ser un ejemplo para los niños y niñas, quienes a edades tempranas forman y construyen sus hábitos, por lo cual entregar las herramientas adecuadas puede generar una gran diferencia en cuanto a su alimentación futura, es así que el enseñarles que debemos comer sin pantallas presentes, prefiriendo compartir en familia ayuda a fortalecer los vínculos familiares y disfrutar de los tiempos de comida, en donde ellos se harán partícipes no solo al momento de sentarse a la mesa si no en otras tareas que conlleva la alimentación como en las compras de los alimentos, la preparación del plato, para que así no se sientan excluidos y puedan generar esta conciencia sobre su alimentación.
Se puede observar el impacto también en la prevención de futuras enfermedades asociadas, ya que dentro de los beneficios que entrega el comer sin pantallas, se encuentra el ser un factor protector contra el sobrepeso y obesidad, además para evitar y/o disminuir el desarrollo de trastornos alimentarios, debido a que se fomenta un entorno donde la comida se disfruta y se comparte de manera equilibrada.
Esto sin duda ayuda a que se pueda adquirir una alimentación más consciente, tomar decisiones alimentarias saludables y una mejor relación con el proceso de alimentación.
A modo de síntesis, destacar que el MINSAL entre sus Guías Alimentarias para la Población Chilena actualizadas nos mencionan la importancia de quitar las pantallas de la mesa, para ello se mencionan diversos beneficios, entre los cuales destacan comer de manera más consciente, y por ende comer más lento, y disfrutar los proceso alimentarios fortaleciendo los vínculos afectivos.
Por otro lado existen consejos que se pueden aplicar tales como, alejar las pantallas, tratar de comer acompañados, e incluir a los niños en los procesos de alimentación en todas sus etapas. Por último aclarar que estas recomendaciones son para toda la población y no solo se limita a la población infantil.
Josefa Araya, Catalina Córdova, Fernanda Rivera
Estudiantes Nutrición y Dietética, UCN