Exámenes preventivos y controles periódicos permiten un diagnóstico oportuno y el acceso a un tratamiento altamente efectivo. Además, como este cáncer es causado por el Virus del Papiloma Humano, es importante protegerse con la vacuna, la que es gratuita para niñas y niños de 9 a 10 años.
Cada dos minutos, una mujer pierde la vida en el mundo producto de una alteración en las células del cuello del útero. Esta estadística se explica porque el cáncer cervicouterino es bastante silencioso y de lenta progresión, y solo en etapas avanzadas, cuando el tumor ha crecido, aparece la sintomatología.
En nuestro país, los datos son igual de preocupantes: es la séptima causa de muerte en mujeres chilenas, lo que equivale a cerca de 800 decesos anuales.
Afortunadamente, el cáncer cervicouterino también es uno de los pocos que puede detectarse a tiempo y recibir un tratamiento altamente efectivo.
Además, el examen diagnóstico es sencillo y gratuito en la Red Pública de Salud. Así lo explica Luciana Guamán Vega, matrona y jefa del Subdepartamento de Gestión Sanitaria del Servicio de Salud Coquimbo.
“El riesgo se puede disminuir enormemente si las mujeres asisten a sus controles y se realizan exámenes de forma periódica, solo así podemos destruir o extraer tejido dañado antes de que aparezcan células cancerígenas. Existen dos tipos de exámenes que permiten su detección: el Papanicolaou, PAP, y la Prueba de Virus de Papiloma Humano, VPH. Quienes deseen hacérselos solo deben solicitarlos en el control con su matrona, ya que no tienen costo alguno”, comenta.
El segmento donde más prevalece el cáncer cervicouterino es en mujeres de entre 35 y 64 años, un grupo que en comunas como La Higuera, Paihuano y Salamanca, alcanzan una alta cobertura en la toma de estos exámenes, superando el 68%. Mientras que Coquimbo, Ovalle y La Serena, presentan las más bajas, alcanzando esta última apenas un 30%, cuando lo óptimo es de un 80%.
“La cobertura en nuestra región es bajísima, y además se pierden muchas horas porque las pacientes cuando agendan, no siempre se presentan. De 100 mujeres agendadas, solo 10 llegan a su cita, perdiendo la oportunidad de atender a otras”, enfatiza.
Por su parte, la Dra. Dania Acuña, oncóloga ginecóloga del Hospital de La Serena, destaca que entre los factores que nos ayudan a comprender este fenómeno, está la poca información y el miedo a los exámenes.
“El Papanicolaou puede ser un examen desagradable, entonces la mujer tiende a evitarlo porque lo siente invasivo o porque ha tenido experiencias negativas respecto a la especuloscopía o al examen ginecológico y le cuesta ir a realizarse el examen. También creo que lo que más hay es una negación, ya que incluso la paciente que no está sexualmente activa piensa que no es necesario realizarse el examen, pero el VPH puede estar en el cuerpo muchos años antes de desarrollar un cáncer cervicouterino”, advierte.
Al respecto, Ivannia Ramos, Matrona del área de Oncología Ginecológica del Hospital de La Serena, explicó que“generalmente, si llegan al hospital las pacientes con un diagnóstico de cáncer de útero, probablemente en 5 o 10 años no se hayan tomado el examen del PAP, porque si se lo realizan cada 3 años, es muy fácil detectar si hay o no una lesión, ya que este examen es muy sensible, permitiendo detectar de todo, lo que lo hace altamente eficaz. El PAP no duele, puede molestar, pero no debería generar dolor. Es importante que las pacientes se realicen este examen y si hay algo extraño o se detecta alguna anomalía nos empoderemos de nuestro rol activo en el tratamiento de la enfermedad”.
VPH: Principal factor de riesgo
Casi todos los cánceres de cuello uterino son causados por el Virus del Papiloma Humano o VPH, el que puede transmitirse de una persona a otra durante las relaciones sexuales. Este virus es tan común, que casi todos pueden contraerlo en algún momento de su vida. Sin embargo, tenerlo no implica necesariamente el desarrollo de una lesión en el cuello del útero.
“La mayoría de las personas se infecta poco después de iniciar su vida sexual, y el desarrollo de un cáncer se produce en una pequeña proporción de las mujeres infectadas, e incluso, puede demorar décadas en desarrollarse. Existen muchos tipos de VPH, efectivamente algunos pueden causar cambios en el cuello uterino y provocar cáncer, mientras que otros, solo causan verrugas genitales. Por eso, es importante acudir a controles de forma periódica para poder diagnosticarlo correctamente y a tiempo”, recuerda la matrona Luciana Guamán Vega.
En tanto, la especialista del Hospital de La Serena, advierte que “hacerse el PAP es la única forma en que podemos erradicar el cáncer cervicouterino. Quienes fallecen por este cáncer son las pacientes que nunca se han hecho algún seguimiento ni control habitual. Es más, hay un estudio en Chile que muestra que, desde la pandemia en adelante, se triplicó el porcentaje de pacientes con cáncer cervicouterino. De esos, el 82% que llega a los centros de salud no se puede operar, y otro 70%, está localmente avanzado con posibilidades de curarse de menos del 50%”,
Sin duda, el llamado es llegar a tiempo y así evitar aumentar las lamentables cifras que rodean al cáncer cervicouterino en Chile y en el mundo. Y si hay una forma de evitar su desarrollo, esa es la vacuna.
Desde el año 2014, la inmunización contra el VPH está incluida en el Plan Nacional, por lo que es gratuita para niñas de 9 a 10 años, y desde el 2019 también para niños de la misma edad.