Los ojos, el cuello, la papada y algunos grupos musculares son los más afectados.
A lo largo del día nos encontramos expuestos muchas horas al uso de pantallas, pues durante el horario laboral estamos en el computador y en los ratos libres, viendo alguna película o navegando por el celular.
Y es que a pesar de que todos escuchamos lo dañino que es, la información puede no ser muy concreta.
5 partes del cuerpo que se ven afectadas:
Dolor de cabeza y cuello:
La postura forzada para mirar bien estos dispositivos contrae músculos relacionados con el movimiento de la cabeza, lo que puede derivar en dolor cervical. Esto ocurre por la sobrecarga en la parte alta de la columna provocada por la posición anormal de la cabeza.
Además, estas contracturas musculares permanentes pueden inflamar los nervios occipitales y cervicales, produciendo dolor de cabeza, molestias detrás de los ojos y dolores alrededor del cuello, articulaciones del hombro e incluso extremidades superiores. Estas molestias empeoran en quienes no practican deporte o tienen una condición física inadecuada.
Para prevenirlo, es recomendable realizar actividad física, hacer pausas durante las actividades laborales y recreativas, y preocuparse de la ergonomía en el puesto de trabajo, por ejemplo, la pantalla debe estar frente a la línea de los ojos.
Molestias musculoesqueléticas en manos y muñecas:
Las posturas adoptadas hacen que las extremidades superiores (muñecas, manos y dedos) se vean perjudicadas por la forma en que se toma el celular o por el uso constante del teclado del computador.
Esto se puede manifestar con dolor, rigidez u hormigueo, pudiendo producir enfermedades como síndrome de túnel carpiano o tendinitis.
El síndrome de túnel carpiano se da porque se comprime el nervio mediano a nivel de la muñeca. Se manifiesta por adormecimiento de los dedos, hormigueo y debilidad, lo que puede afectar la función de la mano.
La tendinitis, en tanto, suele darse más en el dedo pulgar por el movimiento repetitivo que se hace con este especialmente al usar celulares.
El Dr. Sebastián von Unger, traumatólogo especialista en mano de Clínica Universidad de los Andes, recomienda para prevenir estas patologías hacer pausas, en las que se deben mover muñecas y dedos. Asimismo, alternar actividades dentro del día y utilizar elementos de escritorio ergonómicos para evitar posiciones inadecuadas de la extremidad superior.
Alteraciones oculares:
Al exponerse muchas horas a pantallas puede generarse fatiga visual, lo que causa molestias, pero no tiene consecuencias visuales graves. Se produce principalmente porque se parpadea menos, humedeciendo menos los ojos, y el brillo de las pantallas hace que se esfuercen más.
La fatiga ocular es caracterizada por ojos cansados, que pican, arden o enrojecen, pueden resecarse o estar más llorosos. También, se da visión borrosa o doble e intolerancia a la luz brillante.
“Para evitarla, se recomienda hacer descansos breves de la lectura cada cierto rato. Para esto hay que cerrar los ojos y mirar algún elemento (no la pantalla), idealmente unos diez minutos por hora. También hay que parpadear cada cierto tiempo, lo que lubrica los ojos”, explica el Dr. Felipe Valenzuela, oftalmólogo.
Problemas de sueño:
Una de las costumbres más habituales antes de irse a dormir es ver televisión o revisar el celular, lo que puede perjudicar de gran manera el buen dormir.
Esto ocurre porque la luz blanca brillante que emiten los dispositivos electrónicos altera los niveles de melatonina (hormona que regula el sueño) y hace que el cerebro crea que sigue siendo de día en lugar de dar la señal de que es hora de dormir.
Desarrollo de papada:
Se trata de una de las consecuencias fisionómicas que provoca el uso excesivo de celulares, producto de la mala postura. Frente a eso, Daniela Cabrera, kinesióloga, sugiere mirar el teléfono a una distancia prudente, con no más de 20 grados de inclinación.
“Además, es importante fortalecer la musculatura del cuello y realizar un ejercicio que consiste en llevar los hombros hacia atrás y juntar las escápulas, al mismo tiempo que se alejan los hombros de las orejas, llevando el mentón hacía atrás. Esta posición, debe mantenerse por unos segundos y luego soltar”, explica.