En el marco del proyecto “Transferencia tecnológica para el cultivo de hortalizas hidropónicas en la Región de Coquimbo”, los beneficiarios podrán tener un sistema completo de producción de hortalizas bajo sistema de raíz flotante.
Una gran oportunidad de aumentar sus ingresos familiares con bajo requerimiento hídrico está cada vez más cerca para 29 pequeños agricultores de las comunas de Canela, Combarbalá, Punitaqui y Monte Patria, esto luego de recibir por parte del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi un set completo para armar un invernadero para producción de hortalizas hidropónicas con sistema de raíz flotante, hechos a medida y con la mejor de las tecnologías.
La iniciativa, que se enmarca en el proyecto “Transferencia tecnológica para el cultivo de hortalizas hidropónicas en la Región de Coquimbo” financiado por el Gobierno Regional a través del Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas y ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, busca, incrementar las posibilidades de desarrollo de quienes se dedican a la agricultura familiar campesina en estas comunas.
“Nosotros quisimos hacer la entrega oficial de los 29 invernaderos para los nuevos beneficiarios y plástico que va a ser entregado a los beneficiarios antiguos” sostuvo Constanza Jana, investigadora del área hortícola de INIA Intihuasi y directora del proyecto, quien añadió que la idea es “que ellos sean responsables de la recepción y firmen un convenio con nosotros de recepción de estos materiales”.
Es así como el pasado viernes en la Parcela Experimental de Pan de Azúcar de INIA, se formalizó uno de los pasos más relevantes del proyecto, la entrega de los invernaderos, los que fueron hechos a medida por la empresa Arava, bajo altos estándares de calidad y durabilidad y que completan el sistema de cultivo hidropónico, compuesto además por seis mesones especialmente diseñados para los 29 nuevos beneficiarios del proyecto.
Se trata de un proyecto que busca varios objetivos, entre ellos, entregar una solución para producir con poca cantidad de agua, minimizando el uso de agroquímicos y generando un cultivo constante, además de fomentar la asociatividad, entregar capacitaciones sobre este tipo de cultivos y sus cuidados, e incluso crear productos con valor agregado. “Van a poder producir mayor cantidad, van a ahorrar agua lo que es un impacto muy relevante para la zona y por último van a poder trabajar en comunidad” destacó Jana.
Una experiencia que cambia la vida
Si bien son 29 los nuevos beneficiarios, anteriormente, bajo un proyecto piloto se benefició a 16 agricultores de las mismas comunas entre 2018 y 2019, entregando cuatro mesones de cultivo hidropónico y un invernadero, que ahora podrá ser renovado con la entrega de materiales para este fin, Filomena Ayala, agricultora de Huentelauquén Sur en la comuna de Canela es una de las beneficiarias del programa piloto, para quien la habilitación del sistema, según señaló, “me ha cambiado la vida”.
“Es muy fácil, es muy rápido, lo aprendí fácilmente gracias a la facilidad que nos dio el programa, las capacitaciones fueron fundamentales, y estoy muy agradecida de INIA, ojalá que siguieran en esto porque es el cambio que viene para la agricultura, se usa poca agua y es fácil, solo hay que ponerle cariño a la planta. Yo recibí el sistema de invernadero el año antepasado y me ha resultado muy bien”, indicó la agricultora canelina.
Este mismo tipo de experiencias llenan de esperanza a los nuevos beneficiarios, es el caso de José Palta, de Combarbalá, quien actualmente se dedica al cultivo de hortalizas, frutales y apicultura. “Es una alegría poder recibir este sistema, sobre todo por la escasez hídrica, es una tecnología que hay que ir aprendiendo también (…) esto nos va a potenciar un poco más la venta y tener todo el año con estos invernaderos hortalizas como berro y lechuga”, indicó Palta.
Apoyo a la agricultura familiar campesina
Uno de los aspectos fundamentales de este proyecto es el apoyo a la agricultura familiar campesina, así lo destacó Jorge Álvarez, profesional de programa Zonas Rezagadas, quien aseguró que “con los recursos invertidos en este programa, por supuesto con nuestro aliado que es INIA, podemos llegar a familias campesinas, acercar la tecnología , lo cual les permite a ellos aumentar su producción y con ello incrementar su calidad de vida”.
Es importante mencionar que con este proyecto se fomenta la asociatividad y cooperativismo, puesto que tanto los mesones para hidroponía como los invernaderos son construidos bajo un sistema de “minga” en el cual los agricultores beneficiados de cada comuna aprenden haciendo bajo instrucción de especialistas y luego colaboran entre sí para completar todos los sistemas.