InicioEditorElecciones presidenciales en Estados Unidos 2024: ¿Qué dicen las encuestas?

Elecciones presidenciales en Estados Unidos 2024: ¿Qué dicen las encuestas?

La elección presidencial de Estados Unidos de 2024 será la 60.ª elección presidencial cuatrienal, programada para el martes 5 de noviembre. En esta fecha, los votantes de cada estado y el Distrito de Columbia elegirán a los electores del Colegio Electoral, quienes finalmente seleccionarán al presidente y vicepresidente para un mandato de cuatro años. Tras la retirada de Joe Biden en julio, la vicepresidenta Kamala Harris asumió la candidatura demócrata, enfrentándose al expresidente Donald Trump en una contienda polarizada.

¿Cómo funcionan las elecciones presidenciales en Estados Unidos?

El sistema electoral de Estados Unidos es único debido a su uso del Colegio Electoral, una estructura que combina el voto popular con una distribución geográfica del poder político. En las elecciones presidenciales, los votantes no eligen directamente al presidente, sino que seleccionan a los electores, quienes, a su vez, votarán por el presidente y vicepresidente.

El número de electores que cada estado tiene en el Colegio Electoral es proporcional a su población. En total, hay 538 electores, y para ganar la presidencia, un candidato necesita al menos 270 votos electorales.

El concepto de voto popular, por otro lado, refleja la suma de todos los votos emitidos por los ciudadanos en todo el país. Si bien es una medida directa del apoyo general hacia un candidato, no es el factor decisivo en el resultado de las elecciones. Esto significa que es posible, como ha ocurrido en cinco ocasiones, que un candidato gane el voto popular pero pierda la presidencia porque no alcanzó la mayoría en el Colegio Electoral.

El sistema del Colegio Electoral está diseñado para dar un mayor peso a los estados menos poblados y asegurar que las elecciones no dependan únicamente de las grandes ciudades. No obstante, este sistema ha sido objeto de críticas, ya que en algunos casos puede distorsionar la representación popular.

Además, la mayoría de los estados, con la excepción de Maine y Nebraska, utilizan un sistema de “ganador se lleva todo”, donde el candidato que obtiene la mayoría de los votos en un estado gana todos los votos electorales de ese estado, lo que genera una fuerte competencia en los llamados “estados bisagra” (swing states en inglés), que pueden definir el resultado final.

A Estados Unidos se le asocia con un sistema bipartidista de Estados Unidos, ya que está dominado por dos partidos principales: el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Aunque existen partidos minoritarios, estos dos han sido los actores predominantes desde mediados del siglo XIX. El sistema está estructurado de tal manera que, en la mayoría de los casos, los candidatos independientes o de terceros partidos enfrentan grandes dificultades para competir.

Kamala Harris vs Donald Trump

Las elecciones de Estados Unidos 2024 han sido una compleja y ceñida carrera entre dos candidatos: Kamala Harris y Donald Trump.

Kamala Harris, de 59 años, asumió la candidatura demócrata en sustitución de Joe Biden, siendo más de dos décadas más joven que él. Nacida en California, Harris es hija de inmigrantes: su madre fue endocrinóloga de origen indio y su padre, economista nacido en Jamaica.

Su carrera política comenzó como fiscal en California, donde combinó posiciones de mano dura en justicia criminal con temas que atraían a los demócratas. En 2010, fue elegida como fiscal general del estado, un cargo clave en su ascenso político.

Su desempeño como senadora desde 2017 la destacó en debates y audiencias por su habilidad como litigante. Sin embargo, a nivel nacional ha enfrentado dificultades para definir su perfil y su fallida campaña presidencial en 2020 evidenció esa lucha.

Como vicepresidenta, está estrechamente asociada con la gestión de Biden, cuyo gobierno, aunque logró importantes legislaciones en sectores como la fabricación de chips y la energía verde, enfrenta altos niveles de desaprobación.

El 2024 será un desafío para Harris, quien busca posicionarse frente a Donald Trump, ex presidente cuya campaña se enfrenta a múltiples controversias legales. A pesar de las dos acusaciones penales relacionadas con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020, Trump mantiene un fuerte apoyo dentro del Partido Republicano.

Su campaña se basa en temas conocidos, como la construcción del muro fronterizo y la crítica a los movimientos de izquierda, y se complementa con nuevas quejas contra los fiscales y jueces que supervisan sus casos. A sus 78 años, Trump continúa siendo una figura polarizadora en el panorama político estadounidense.

Lo que revelan las últimas encuestas

Las encuestas más detalladas sobre las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024 provienen de la colaboración entre The New York Times y Sienna College. En su actualización más reciente, estas encuestas otorgan a Harris una ventaja marginal de 3 puntos sobre Trump, indicando que podría ganar el voto popular con un 49% frente al 46% de Trump. Ambos candidatos cuentan con estados que les aseguran al menos 200 votos electorales, pero la clave está en alcanzar los 270 necesarios para ganar.

Si Harris se adjudicara todos los estados donde actualmente lidera las encuestas, alcanzaría justo los 270 votos del Colegio Electoral, mientras que Trump quedaría a solo ocho votos de esa cifra. Sin embargo, el análisis del New York Times sugiere que Trump podría ganar si logra avances en estados clave, o si las encuestas están subestimando su apoyo, algo que no sería inusual dado que en elecciones anteriores, especialmente en 2016, se ha registrado un desvío en favor del candidato republicano.

Aunque Harris ha mostrado un avance constante desde julio y agosto, ese progreso parece haberse estancado, lo que indica que ha consolidado gran parte de su apoyo potencial. Por su parte, Trump aún tiene margen para movilizar votantes, particularmente en estados que podrían definir la elección.

¿Qué tan acertadas son las encuestas?

Las encuestas electorales han sido objeto de controversia en los últimos ciclos presidenciales, particularmente por la subestimación de Donald Trump en 2016 y 2020. En 2016, encuestas como la de HuffPost le daban a Hillary Clinton una probabilidad del 98% de vencer a Trump, lo que resultó en un fallo significativo en la predicción del resultado.

Incluso en 2020, cuando la mayoría de las encuestas acertaron en que Biden sería el ganador, los márgenes de error fueron mayores de lo esperado, con algunos análisis señalando que fue la elección menos precisa en términos de encuestas en los últimos 40 años.

Un factor clave en la inexactitud de las encuestas es la interpretación errónea de los márgenes de error. A menudo, los márgenes de error reportados por las encuestas son de menos del 3%, lo que puede hacer que parezcan más precisas de lo que realmente son. Sin embargo, algunos expertos sugieren que el margen de error real puede ser el doble del reportado, lo que contribuye a una representación distorsionada de la realidad.

Aunque las encuestas siguen siendo una herramienta útil para medir el clima electoral, los errores pasados, como los de 2012 cuando se subestimó a Barack Obama, y los recientes errores en las elecciones de mitad de mandato de 2022, subrayan que estas encuestas no son infalibles.

A pesar de las críticas, es importante considerar las encuestas como una “fotografía” del momento y no un reflejo definitivo de la realidad, con posibles variaciones significativas según el comportamiento final de los votantes.

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