La región de Coquimbo cuenta con tres bancos de sangre en los hospitales de La Serena, Coquimbo y Ovalle, y el desafío actual es incrementar la cantidad de donantes voluntarios para aumentar el stock y superar las necesidades mínimas actuales.
Aunque no suele ser un tema de discusión frecuente, la donación de sangre es una necesidad urgente para la salud, especialmente para pacientes hospitalizados debido a procedimientos, tratamientos y cirugías programadas o de emergencia, a menudo como resultado de situaciones graves que ponen en riesgo la vida.
En este contexto, la conmemoración del Día del Donante de Sangre, que cumple 20 años y es impulsada por la Organización Mundial de la Salud, adquiere aún más relevancia. Nuestro país y la Red Pública de Salud de la Región de Coquimbo se unen a esta celebración cada año para destacar a quienes donan sangre voluntariamente y a los equipos de trabajo involucrados en este proceso fundamental.
Francisco González, bioquímico y Coordinador de Bancos de Sangre del Servicio de Salud Coquimbo, explicó que “en Europa, las tasas de donación superan las 50 personas por cada 1000 habitantes, mientras que en Chile requerimos cerca de 20 donantes por cada 1000 para cubrir las necesidades mínimas. Sin embargo, en los últimos cinco años, no hemos superado los 18 donantes por 1000 habitantes, y nuestra región no difiere mucho de esa cifra. Esto significa que estamos un 20% por debajo de los niveles mínimos requeridos”.
Las transfusiones de sangre desempeñan un papel crucial en la atención médica, ya que benefician a pacientes con problemas de salud que ponen en riesgo sus vidas, mejoran la calidad de vida de los pacientes y brindan apoyo en procedimientos y cirugías complejos. Lamentablemente, la demanda de componentes sanguíneos supera la oferta, y los servicios de sangre enfrentan el desafío de garantizar un suministro suficiente y seguro. En este sentido, las donaciones voluntarias son fundamentales para asegurar un suministro de sangre seguro y suficiente.
Según las cifras proporcionadas por el coordinador regional, “el 80% de las donaciones son de reposición de sangre utilizada, y menos del 20% provienen de donantes altruistas, quienes donan sin tener familiares o conocidos hospitalizados. La idea es fidelizar a estos donantes altruistas para asegurar los stocks de componentes sanguíneos”.
Es importante destacar que, durante los últimos cinco años, la población urbana de las ciudades de La Serena, Coquimbo y Ovalle ha mostrado interés en participar en programas de fidelización, lo que ha resultado en un aumento sostenido del porcentaje de donantes altruistas en relación con el total de donantes de reposición atendidos en nuestros bancos de sangre.
La ejecución de los esperados proyectos hospitalarios en la región representará un aumento significativo en la cantidad de usuarios atendidos y en la complejidad de las prestaciones, lo que ejercerá presión sobre la disponibilidad de sangre.
“Si proyectamos lo que nuestra red tendrá cuando estén los hospitales de Coquimbo, La Serena e Illapel, esto significa que se duplicará la cantidad de camas, de usuarios por atender y el aumento de la complejidad de la atención. Esto nos indica que estaremos al debe en el próximo decenio o quinquenio. Por tanto, necesariamente debemos pensar en estrategias que nos permitan aumentar la cantidad de donantes, especialmente los altruistas”, señaló el coordinador.