Ante la grave crisis hídrica que azota la región de Coquimbo, se ha anunciado un plan piloto de “bombardeo de nubes” para generar precipitaciones. Sin embargo, la eficacia de esta técnica genera controversia entre los científicos.
¿En qué consiste el “bombardeo de nubes”?
La estimulación de nubes, también conocida como “bombardeo de nubes”, es una técnica que busca aumentar las precipitaciones mediante la dispersión de yoduro de plata en las nubes. El yoduro de plata actúa como núcleo de condensación, favoreciendo la formación de gotas de agua y aumentando la probabilidad de lluvia.
Un avión especialmente equipado libera el yoduro de plata en las nubes. La técnica solo funciona si hay nubes de lluvia presentes, como nimbostratos o cumulonimbos. No es efectiva en nubes como la camanchaca.
El especialista Raúl Cordero, de la Universidad de Santiago, explica que la técnica consiste en “arrojar a la atmósfera partículas pequeñas que actúan como núcleo de condensación, facilitando la formación de gotas y nubes”. En este caso, se utilizará el reactivo mexicano Rainmate, que contiene yoduro de plata.
¿Es efectiva esta técnica?
Cordero cuestiona la capacidad del proyecto para generar lluvias significativas en la zona. “No hay evidencia científica que avale que la siembra de nubes alivie la sequía”, afirma. “Esta técnica no ha demostrado aumentar las precipitaciones de manera estadísticamente significativa en ningún lugar donde ha sido aplicada antes”.
Opiniones divergentes
Otros expertos, como el meteorólogo Gianfranco Marcone, son más optimistas. “La siembra de nubes no es una solución mágica, pero puede ser una herramienta útil para aumentar las precipitaciones en condiciones favorables”, señala.
El plan piloto en Coquimbo se extenderá por tres meses y se espera que arroje resultados concretos sobre la viabilidad de la técnica en la región.
