La subsecretaría de Educación Parvularia entregó recomendaciones para acompañar a niños y niñas en este ajuste de rutina, producto del cambio al horario invernal.
La llegada del horario invernal puede provocar inconvenientes en las rutinas en la primera infancia, situaciones que requieren del acompañamiento de padres, madres y cuidadores. Para hacer frente a este ajuste, necesario a partir del 6 de abril, la subsecretaría de Educación Parvularia preparó algunas recomendaciones para ayudar a las familias durante este proceso de adaptación.
“A partir del 7 de abril, las familias podrían ver algunos cambios en los niños y niñas provocados por el cambio de hora. La paciencia, empatía y comprensión son fundamentales frente a signos de cansancio, variación del apetito, problemas para dormir, entre otros, y que pueden durar hasta dos semanas. Es importante dialogar y acompañar con cariño la adaptación de la rutina”, indicó la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos.
Añadió que, “las niñas y niños de 0 a 6 años también pueden presentar trastornos del sueño; irritabilidad; mayor apetito (por reducción de la hormona de la saciedad) y reducción de grasa corporal”.
Desde la subsecretaría de Educación Parvularia entregaron una serie de recomendaciones que permiten acompañar los posibles cambios y atenuar los efectos en las niñas y niños:
- Es importante escuchar las distintas expresiones de los niños y niñas durante estos días, entendiendo que hay cambios esperables y temporales a partir del cambio de hora.
- El momento en que el cambio será más evidente es el domingo por la noche, ya que el horario de conciliar el sueño no les resultará natural. Es importante explicarles la razón por la cual sucede el cambio de hora, así como darles a entender, en la medida de lo posible, por qué en distintos períodos del año anochece más temprano o más tarde.
- Es clave mantener las rutinas antes de la hora de dormir, priorizando actividades que favorecen el buen descanso, como: escuchar música suave, leer juntos, ejercicios de relajación, un baño una hora antes de acostarse.
- Cuidar los hábitos de sueño, evitando el uso de pantallas luminosas como televisión, computador o celulares previo al descanso nocturno, tratando de mantener los horarios para irse a dormir; y también, cuidando los espacios de descanso como, por ejemplo, manteniendo una luz tenue e impidiendo ruidos que podrían interferir en el descanso.
- Evitar consumir alimentos estimulantes antes de dormir (achocolatados, aliños fuertes, altos en grasa o sal, etc.).
El apoyo durante este proceso, con paciencia y respeto, permite abordar el día a día de las niñas y niños.