Al disminuir la radiación solar se disminuye también la evapotranspiración de la planta, por lo que es necesaria una menor cantidad de agua para su riego, manteniendo calidad y cantidad en la producción.
Lograr hasta un 25% de ahorro de agua por temporada en el riego de vides, sin perder calidad y cantidad de fruta, es uno de los resultados del proyecto “Desarrollo de mallas sombreadoras sitio-variedad específicas para mejorar la competitividad de los productores de uva de mesa del norte de Chile frente a escenarios de cambio climático” ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi y apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), ambas instituciones del Ministerio de Agricultura.
Resultados que se dieron a conocer en el seminario de cierre de la iniciativa, la cual contó con la participación de productores, asesores, estudiantes, técnicos, profesionales y académicos vinculados al área vitícola en la Región de Coquimbo.
Y es que considerando el escenario climático cambiante y la escasez hídrica del territorio contar con tecnología validada que mejore la competitividad y eficiencia hídrica de los productores de uva de mesa es de gran relevancia para el rubro, sobre todo porque con las mallas se podrá disminuir la intensidad de la radicación solar, protegiendo al cultivo de altas temperaturas y vientos fuertes mejorando la cantidad y distribución de la luz difusa, disminuyendo la evapotranspiración, y por consiguiente, el riego.
Nicolás Verdugo, investigador de INIA Intihuasi y quien lidera el proyecto sostuvo que “los principales resultados que se mostraron tienen que ver con el ahorro en el recurso hídrico que se puede obtener por el uso de esta tecnología, sin comprometer ni cantidad ni calidad de fruta. De hecho, algunos aspectos de cantidad de fruta se mejoran y también de la calidad del racimo asociado al tema del raquis”.
Wanda García, representante de Atacama y Coquimbo de FIA, indicó que, “esta línea de trabajo es relevante para la región porque se están detallando muchos resultados que antes no existían sobre todo a nivel local y para la macrozona norte, principalmente relacionado con el uso de las mallas sitio-variedad específica, es decir, como estas pueden contribuir a la eficiencia hídrica y sus efectos en postcosecha durante tres temporadas agrícolas”.
El seremi de agricultura de la Región de Coquimbo, Christian Álvarez, destacó el proyecto. “El trabajo mancomunado entre los servicios del agro nos permite determinar modelos de producción acordes a las condiciones que nos impone el cambio climático. En estas materias poder incorporar tecnología que permita una optimización del recurso hídrico y a la vez mantener y en algunos casos mejorar los resultados de la producción es muy relevante, es por esto que el trabajo que está realizando INIA en conjunto a FIA es muy útil para los productores de uva de la región”.
La validación del uso de mallas sitio-variedad específicas, las cuales se evaluaron en Vicuña, Diaguitas y Paihuano en el Valle del Elqui durante tres temporadas agrícolas, permite entregar una guía para el uso de esta tecnología en el norte de Chile, ya que cuentan con monofilamentos, entramados y colores diferentes a los comúnmente utilizados por los productores de uva de mesa en este territorio. Los resultados globales obtenidos estarán próximamente disponibles a través de un boletín técnico de libre descarga (Biblioteca INIA, sitio WEB FIA), mientras que el seminario final se encuentra en el siguiente video.
Menor cantidad de residuos
Una de las preocupaciones de los ejecutores del proyecto estuvo relacionada con los desechos que se podrían generar, por tal motivo, en el marco del proyecto, se generaron alianzas para reciclar las mallas una vez que terminen su vida útil en los parrones. “Se evaluó todo el tema de los aspectos del reciclaje asociado al uso de esta tecnología ya que esto es plástico y se quiere utilizar menos plástico en la industria y en ese sentido ver cómo nos hacemos responsables del desecho que se está generando por el uso de esta tecnología”, explicó Verdugo.
Mientras García sostuvo que, “se buscaron alternativas como nuevos desafíos a la reutilización de estas mallas y darle un valor agregado y con el fin de poder generar una agricultura más sustentable para la región”.