Los talleres abiertos se desarrollaron en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral de La Serena, mientras que son más de 20 las organizaciones sociales de toda la región que reciben capacitación cada semana para implementar un invernadero, cuyas plantas serán cultivadas usando como sustrato compost y vermicompost, realizado por ellos mismos con residuos urbanos.
Enseñar a producir alimentos saludables, inocuos y a bajo costo, aprovechando lo que la mayoría de la población desecha, residuos orgánicos domiciliarios, es uno de los objetivos del proyecto “Transferencia valorización de residuos orgánicos domiciliarios a través de huertas urbanas” financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo y ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi.
Lo anterior, mediante talleres que INIA Intihuasi ha estado realizando a más de 20 organizaciones sociales de toda la región y de manera abierta a la comunidad, en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral de La Serena, donde se enseñaron los fundamentos para cultivar hortalizas en una huerta urbana con enfoque agroecológico.
Es así, como más de cien personas han aprendido a confeccionar sus almácigos, construir bancales de cultivos, planificar y decidir qué sembrar dependiendo de la época del año y las necesidades, así como a elaborar compost y vermicompost con sus residuos.
Isabel Rivera, del grupo de huerteras Coquimbo La Serena Intercambio Verde, quien participó de los talleres abiertos en la Biblioteca Regional, valoró la instancia, “ha sido muy bueno e interesante saber sobre la labor del INIA y conocer los componentes, sustratos, sobre las semillas, como sembrar, riego, tantas cosas que una siempre necesita saber”.
Paloma Soto, directora interina de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral expresó que, “uno de los pilares dentro de las temáticas que se abordan en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral es la sustentabilidad para el cuidado del medio ambiente”.
Reducir los desechos en un 50%
Viviana Pérez, profesional de INIA a cargo del proyecto sostuvo que “desde que empezamos a buscar a las organizaciones con quienes trabajar hemos visto mucho entusiasmo, demostrando especial interés en todas las técnicas para poder producir alimentos, así como en lo que significa la agroecología”.
Chile es un importante productor de residuos, las estadísticas mencionan que cada chileno produce en promedio 1,2 kilos de basura al día. Considerando que somos 19 millones de chilenos, se producen 8.322 millones de kilos al año, de los cuales el 50% son residuos orgánicos posibles de compostar y evitar que terminen en vertederos municipales o peor, ilegales.
Claudio Salas, director regional de INIA Intihuasi sostuvo que, “el Ministerio de Agricultura a través del ministro Esteban Valenzuela, ha mandatado a todas las instituciones vinculadas al agro, a favorecer la seguridad alimentaria. Para lograr esto, es fundamental este tipo de proyectos que vinculan a centros de investigación como INIA Intihuasi no solo con agricultoras/es, sino que también con la ciudadanía enseñando técnicas de cultivos en pequeña escala y a través de un uso sostenible de los recursos.
A través de las capacitaciones realizadas por INIA Intihuasi se ha dado a conocer la importancia de una buena reutilización de residuos vegetales, como restos de frutas y verduras, hojas y ramas de forma tal de reducir los desechos sólidos que van a parar a los vertederos o se incineran, al realizar”.
“Asimismo, los asistentes a las capacitaciones han aprendido que este tipo de residuos vegetales contienen nutrientes valiosos, como nitrógeno, fósforo y potasio, que se pueden reciclar mediante el compostaje. Estos productos pueden utilizarse para enriquecer el suelo de huertos y agricultura, mejorando la calidad del suelo y reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos”, agregó Salas.
Christian Álvarez, seremi de agricultura indicó que con el proyecto se cumplen varios ejes importantes para el Minagri, “por un lado favorecemos la seguridad alimentaria y el reciclaje, mientras se hace una agricultura con bajo requerimiento hídrico y por otro lado se cultivan alimentos inocuos libres de agroquímicos. Enseñarle a la comunidad en general a cultivar sus propias hortalizas con una mirada agroecológica nos parece extremadamente relevante, considerando el escenario climático actual”.
Krist Naranjo, gobernadora regional valoró el compromiso de los participantes de los talleres, sobre todo porque serán un ejemplo positivo que impulse a un cambio. “los residuos orgánicos domiciliarios son un recurso rico para nutrir el suelo y cultivar alimentos sanos e inocuos, generar este tipo de aprendizaje para la comunidad en general nos parece fundamental como Gobierno Regional, pues las personas podrán cultivar sus propios alimentos en espacios reducidos y con bajo consumo hídrico, al mismo tiempo que reducen la cantidad de desechos que terminan en vertederos o rellenos sanitarios. Esta iniciativa va de la mano de nuestro eje de gobierno sustentable que estamos liderando en la región”.
Es importante mencionar que el proyecto “Transferencia valorización de residuos orgánicos domiciliarios a través de huertas urbanas”, busca contribuir al desarrollo de ciudades sostenibles mediante la reducción del volumen de desperdicios orgánicos que terminan en vertederos, rellenos sanitarios o microbasurales, y aprovechar estos mismos desechos en la agricultura, considerando que actualmente solo el 1% de los residuos orgánicos generados por los hogares se recicla.
Para ello, el proyecto establecerá 20 huertas comunitarias con enfoque agroecológico en diversas organizaciones sociales de la Región de Coquimbo, entre las que destacan la Fundación Farré, la Junta de Vecinos Coquimbo Oriente de Sindempart y el Colegio José Manuel Balmaceda de La Serena, entre otras.
