El futuro a corto plazo de la selección chilena es toda una incógnita. Después de un año de transición, con cambios en el banquillo y en el rol de algunos futbolistas, se espera lograr pronto la tan deseada regularidad.
En septiembre empieza una nueva ronda de eliminatorias sudamericanas que darán seis boletos para la Copa del Mundo de 2026, y en el mes de julio de 2024 arranca otra edición de la Copa América en Estados Unidos, siendo así dos escenarios ideales para reivindicarse después de unos tiempos no demasiado optimistas.
Escenario perfecto para la reivindicación
En los últimos tiempos, la importancia del equipo que ahora dirige Eduardo Berizzo ha ido a la baja. En la última edición del torneo sudamericano, en 2021, lograron alcanzar solamente cuartos de final; y en la cita intercontinental de Qatar, ni siquiera consiguieron la clasificación ni la opción de disputar el repechaje. Todo ello, sumado a la inestabilidad en los vestuarios, ha generado que al día de hoy, Chile ocupe la posición 32 en el ranking mundial de selecciones, según la FIFA.
Aun así, la situación de altibajos que ha vivido recientemente el combinado nacional no le pasa factura en ningún caso cuando hablamos de favoritismo para la Copa América 2024. Para las apuestas online chile y los pronósticos que estas disponen a los usuarios, La Roja ocupa el cuarto lugar en el ranking de candidatas para alzar el deseado trofeo. Una sorpresa en tierras estadounidenses presenta una cuota de 10.00 (fecha: 11.08.2023), pasando por delante de selecciones de peso como Colombia y Ecuador o invitadas a la cita como México y Estados Unidos.
Sigue teniendo por delante a las tres más grandes, las habituales en cualquiera de las citas importantes y que a lo largo de la historia han levantado más veces el campeonato. El principal favorito es Brasil, aún sin seleccionador confirmado, pero con una larga nómina de futbolistas talentosos en su plantilla. Le siguen, en segundo y tercer puesto respectivamente, Argentina y Uruguay. La Albiceleste viene de conseguir un triplete histórico consolidándose como equipo, mientras que los charrúas se han erigido como un hueso duro de roer.
Historia y juventud, dos argumentos para Chile
La historia reciente de la selección chilena de fútbol invita al optimismo y hace que no se descarte en absoluto en ninguno de los pronósticos. En 2015 y 2016, en dos ediciones consecutivas, ya lograron hacer saltar la sorpresa en la Copa América y alzar el trofeo. Primero de la mano de Jorge Sampaoli y luego de Juan Antonio Pizzi, armaron un grupo sólido y consciente de sus capacidades que brindó al país las dos primeras y únicas Copas sudamericanas de su historia.
Aunque la llama de alguno de esos veteranos y leyendas de la Generación Dorada se va apagando, como Arturo Vidal o Alexis Sánchez, pueden continuar siendo de suma importancia dentro del vestuario para contagiar esa energía a las nuevas generaciones. Y es que los más jóvenes, algunos de ellos ya brillando en campeonatos europeos de primera línea, todavía no han tomado por completo las riendas del equipo y se espera que durante estos meses antes de viajar a los Estados Unidos empiecen a llevar el liderazgo.
Entre los nombres prometedores que más destacan no hay grandes sorpresas, pues ya rinden en las principales ligas del mundo. Uno de los que tiene más esperanzas depositadas y que se ha convertido en uno de los representantes de Chile por el mundo es Ben Brereton, en La Liga española con el Villarreal. A su vez, destaca la dupla en la medular formada por Víctor Méndez, en el CSKA de Moscú, y Marcelino Núñez, del Norwich City inglés. Ambos, con 23 años, deberían ser quienes dirijan el juego en las próximas grandes citas.