InicioRegiónNataly Villalobos: “Estoy orgullosa de ser una de las fundadoras del SAMU"

Nataly Villalobos: “Estoy orgullosa de ser una de las fundadoras del SAMU”

Ella es la encargada de categorizar las llamadas y determinar si se requiere el envío de una ambulancia, también define a qué centro de salud es derivado cada paciente y realiza consejerías telefónicas.

Al finalizar sus estudios de enfermería en la Universidad de La Serena, ingresó inmediatamente a trabajar al hospital de la misma ciudad, realizando algunos reemplazos en las áreas de Urgencia, UCI Neotanal y Pediatría.

Cuando comenzaba a proyectarse allí, la invitaron a sumarse a un nuevo proyecto de salud que estaba naciendo, sin pensarlo, dijo que sí inmediatamente y desde ese entonces, es que Nataly Villalobos Briceño forma parte del Servicio de Atención Médica de Urgencias, SAMU.

“Cuando me dieron la oportunidad de ingresar, estaba segura de que era lo que quería. Estoy orgullosa de ser una de las fundadoras del SAMU, por eso mi código es R4, ya que fui la cuarta reanimadora que ingresó a trabajar aquí, y de los más antiguos, solo quedamos dos (R3 y R4)”, comentó la profesional”, sonriendo.

Esta enfermera nacida en la comuna de El Salvador, llegó a La Serena muy pequeña y se siente toda una serenense de corazón. Por eso, ayudar a las personas de su comuna es muy importante para ella. Es de la segunda generación de la carrera de enfermería de la ULS y una de las primeras profesionales en sumarse al SAMU.

“Llevo 20 años trabajando en el SAMU y mi primera experiencia fue muy bonita, me tocaron muy buenos compañeros y podíamos ayudar mucho a la comunidad, aunque como todos los comienzos, al inicio fue un poco difícil, ya que no teníamos muchos insumos y la gente no sabía bien cómo funcionábamos, así que llamaban por distintas cosas. Tuvimos que comenzar a categorizar los llamados para poder destinar las ambulancias, que eran pocas, pero a pesar de todo, desde el principio, fue una muy bonita experiencia para mí”, relató Nataly, recordando aquellos años.

Actualmente, está encargada de categorizar las llamadas y determinar si se requiere el envío de una ambulancia. También en base a los informes que recibe, define a qué centro de salud es derivado cada paciente.

Por otra parte, Nataly también entrega consejería telefónica y realiza el seguimiento para ver la evolución de los casos – si se mantiene, mejora o empeora su condición – a lo que se suma la supervisión del personal que está en inducción, ya sea operador telefónico, radial o internos de enfermería. Funciones que la tienen alejada de las ambulancias, en las que tanto trabajó en sus inicios.

Cuando comencé en el SAMU, tenía varias funciones, había que recibir los llamados, categorizar y determinar si correspondía que saliera una ambulancia. Cuando si requería, me tenía que subir al vehículo y partir a la emergencia, hacíamos de todo en esos tiempos y eso nos sirvió mucho, fue un gran aprendizaje para nosotros”.

Pero luego de 10 años de estar con esta doble función, y gracias a la popularidad que fue adquiriendo el SAMU, que atrajo nuevos profesionales al servicio, Nataly se bajó de las ambulancias para dedicarse a sus actuales funciones.

“A medida que fue pasando el tiempo, nos fuimos haciendo más conocidos en la comunidad y las personas comenzaron a postular bastante al SAMU, así se fueron sumando más profesionales y hoy en día, cada uno tiene su rol designado, hay quienes toman las llamadas, los que categorizan y quienes van en las ambulancias”, explicó.

Mamá y esposa a toda prueba, con 25 años de matrimonio, una hija de 22 años y uno de 18, cuenta con emoción que su familia es su pilar fundamental y agradece que todos estos años han estado ahí para apoyarla y juntos, salir adelante como familia.

“Para mis hijos siempre ha existido esto, casi desde que nacieron estoy en el SAMU y aquí tenemos que hacer turnos de 12 horas, tanto en el día como en la noche, por lo que ellos están acostumbrados al trabajo de la mamá y siempre me han apoyado. También reconozco y valoro el rol que mi marido ha cumplido en la crianza de nuestros hijos, ya que por los turnos míos, muchas veces él se ha hecho cargo de todo. Son mi pilar y gracias a ellos, es que he logrado cumplir 20 años trabajando en el SAMU”, dijo emocionada.

Pero no todo ha sido alegría, ya que esta es una labor que requiere de mucha fortaleza. “Muchas veces nos toca vivir situaciones muy duras, y no solo cuando uno va en la ambulancia a alguna emergencia, también cuando estamos al teléfono recibimos la angustia y sufrimiento de las personas, por eso hay que ir adquiriendo herramientas para poder sobrellevar bien estos casos”, señaló Nataly.

En el SAMU, cada día hay un nuevo desafío, en el que acudir al rescate de personas o entregar ayuda telefónica es la prioridad cuando de salvar vidas se trata.

Una prioridad que para Nataly, tras 20 años de servicio, sigue intacta, y es que esta enfermera apasionada por cumplir con su labor, espera poder seguir aportando con su relevante granito de arena por muchos años más.

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