El artista, quien ha estado ligado por más de 40 años cultivando las diferentes tradiciones musicales, será parte de una nueva versión de la Feria del Libro en La Serena
El reconocido músico popular, investigador y académico del Departamento de Música de la Universidad de La Serena, Raúl «Talo» Pinto es considerado un cantor de lo humano, payador, acordeonista, arpista, ‘guitarronero’, rabelista y bandoneonista.
Aprendió a tocar guitarra a los 12 años y se le identifica como uno de los cultores de la paya del puerto de Coquimbo.
Su arte lo presentará en la 38 Feria del Libro de La Serena que se desarrollará en la Plaza Gabriel González Videla como parte del proyecto ganador del Fondo del Libro y la Lectura / Apoyo a Festivales y Ferias del Libro / Apoyo a Festivales y Ferias del libro con trayectoria, Convocatoria 2023 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En diciembre de 2016, este profesor de Estado en música y Magister en Estudios Latinoamericanos con mención en Filosofía, fue el ganador de la cuarta versión del Premio Regional de Artes y Cultura, reconociendo su trayectoria cultural musical y al aporte del patrimonio musical local, preservando y fomentando la identidad cultural y musical de la zona. Su labor la ha consagrado a la paya, la cueca brava y otros estilos del folklore nacional ejecutando diversos instrumentos.
Reconoce que su participación viene a potenciar la temática de este año de la muestra literaria centrada en la importancia del patrimonio. “De alguna manera lo que yo hago al sostener algunas tradiciones, tiene que ver con el patrimonio de la Región de Coquimbo como la cueca improvisada o hacer canciones al ritmo del cañaveral y cantar repertorio referido al valle y al puerto, por lo que ese sería mi aporte. Refrescar y mantener vigente lo que es el patrimonio dela zona”.
-¿Actualmente complementa la docencia con las presentaciones artísticas?
“Soy profesor y sigo haciendo clases y participando en muestras artísticas y también me invitan de los colegios para mostrarle a los estudiantes instrumentos o actividades cercanas al 18 de septiembre. En todas las clases toco un instrumento, si estoy enseñando arpa, toco arpa, lo mismo que con el acordeón y la guitarra y lo hago todo el día y llegó a la casa a seguir practicando. Eso es lo que me apasiona y en eso mi sueño lo he cumplido y lo seguiré haciendo. Durante todo el año tengo actividad e intervenciones a nivel familiar donde podemos aplicar un poco más la picardía que en actuaciones públicas no se puede hacer”.
Interacción cultural
-¿Cómo lograr consolidar su carrera o surge de una herencia familiar?
“Un tío político tenía un primo que improvisaba, pero nunca lo hizo con guitarra, solo tañaba la mesa y cuando a los 12 años aprendí a tocar guitarra lo primero que hice fue lo que escuché siempre: Inventar algo, rimas y cuando crecí me di cuenta que lo que estaba haciendo era una tradición del puerto de Coquimbo que es la cueca improvisada. Después (1979) me uní a los payadores de la zona central que cuando me escucharon improvisar cueca se dieron cuenta que ellos también lo podían hacer. Ahí advertí que esta tradición era natural del puerto y la razón es que aquí no existe la décima o la copla que son los elementos de la zona central y ahí empecé a canturrear y también estaba en un conjunto folclórico y en un momento me piden que haga algo sólo y salió, improvisé una cuecas, versos y después no paré más, estudié música y me transformé en profesor”.
-¿Su aporte del ámbito musical se transforma en un aporte importante en una actividad como la feria del libro de La Serena?
“Es interesante, sobre todo porque está dentro de un Café Literario y se podrá conversar e interpretaré algunos versos sobre los pueblos del Valle de Elqui y explicar que está escrito en décimas y los canto en ritmo de tonadas y me permitirá interactuar con el público, que generará algunas temáticas y poder improvisar sobre lo que ellos propongan”.
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