La aeronave modelo MD-87 tiene capacidad para cargar 11.300 litros de retardante y permanecerá en Chile por un mínimo de 28 días.
Se espera que el avión despegue desde Estados Unidos este jueves y aterrice en el país este sábado, para comenzar a operar inmediatamente en los territorios afectados.
Ante la magnitud de la catástrofe provocado por los incendios forestales en la zona centro sur del país, la familia Luksic financiará la venida a Chile por un mes del avión cisterna Aero Tanker, uno de los más versátiles en su tipo.
Esta aeronave MD-87 tiene capacidad para cargar 11.300 litros de retardante de fuego y apoyará la labor que ha estado realizando el Ten Tanker, avión contratado por el Gobierno que desde este lunes ha estado operando en las regiones de Ñuble, Bío Bío y La Araucanía.
La familia Luksic realizó las gestiones para que el Aero Tanker llegue a Chile esta semana a combatir los incendios. Se espera que el avión, que despegará desde Oregon en Estados Unidos este jueves 9 de febrero, aterrice en el país este sábado y que se mantenga en nuestro territorio por un mínimo de 28 días.
“Esperamos que este avión, junto a los esfuerzos del Estado y de otros privados sea un aporte importante para poder terminar con los incendios que lamentablemente han afectado a tantas personas de nuestro país. Seguiremos trabajando, como siempre, con estas y otras iniciativas, para apoyar a Chile y salir delante de esta emergencia”, dijo Paola Luksic, presidenta de Fundación Luksic.
Comprometidos con Chile, la familia Luksic se encuentra trabajando, a través de sus diferentes organizaciones, para apoyar esta emergencia. Puntualmente, desde Fundación Luksic, la familia está focalizando los esfuerzos para apoyar a emprendedores, comunidades educativas y deportistas de los territorios afectados. En tanto, desde Fundación Te Apoyamos, están canalizando las solicitudes particulares y las necesidades de los municipios.
En enero de 2017, ante los graves incendios que afectaron principalmente en las regiones de O’Higgins, el Maule y el Biobío, la familia Luksic, al igual que otros empresarios, también apoyó con el financiamiento de una semana de operación del Supertanker, avión que fue utilizado en aquella oportunidad para combatir el fuego.