La sexta versión del estudio mostró cómo ha evolucionado el malestar psicológico desde el inicio de la pandemia. Si bien la sospecha de presencia de problemas de salud mental disminuyó desde la primera encuesta, otros factores se mantienen en niveles todavía altos.
El miedo a la delincuencia sigue siendo el principal factor de estrés para los chilenos según arrojó la sexta versión del “Termómetro de Salud Mental en Chile ACHS-UC”, elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica.
En una conferencia de prensa, transmitida a través del canal de Youtube de la Universidad Católica (UC), David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, Paulina Calfucoy, Gerenta de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Daniela Campos, Jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS y Antonia Errázuriz, académica del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Católica, dieron a conocer los resultados de la investigación, que se hizo mediante entrevistas telefónicas a una muestra representativa de 2.365 personas mayores de 18 años- durante noviembre 2022.
Al momento de analizar los temas que más estresan a las personas, el primer lugar lo sigue ocupando el temor a ser víctima de la delincuencia.
Aun cuando registró una leve disminución respecto de la medición de mayo (67% vs. 70%), persiste como el mayor estresor para los chilenos desde que se comenzó a medir en abril de 2021.
En segundo lugar se ubicó la preocupación por las proyecciones económicas, que se mantuvo en 54,4%.
Los cambios sociopolíticos, que en mayo pasado fueron reportadas como causa de estrés por un 60% de la población, registraron una baja importante a 49%. Cabe destacar que la medición se realizó después del plebiscito constitucional de salida.
Asimismo, la posibilidad de perder el empleo y el miedo a contagiarse de COVID fueron señaladas como fuente de estrés por un un 29% y un 21% de los encuestados, respectivamente.
Sobre los resultados, Paulina Calfucoy, afirmó que “el tema de la salud mental es un desafío país creciente y los problemas asociados pueden impactar sustancialmente tanto en la calidad de vida como en la productividad de los chilenos. En esta sexta versión podemos ver que, a dos años de la pandemia, muchos parámetros continuaron la mejora vista en la versión de mayo. Sin embargo, siguen existiendo cifras preocupantes y continuamos viendo factores que demuestran que los problemas de salud mental son independientes del contexto nacional”.
De hecho, la encuesta reveló que un 15,7% de los encuestados exhibieron una probable presencia o sospecha de problemas de salud mental, proporción que continúa a la baja, pero que sigue siendo importante de observar.
Sobre este punto, la académica de la UC Antonia Errázuriz afirmó que “ es notable observar como la propoción de personas con malestar psicológico en nuestro país se ha reducido sustancialmente en los últimos 6 meses, alcanzando el nivel más bajo desde el inicio del estudio”.
Soledad y depresión persisten
Uno de cada cinco chilenos se siente solo y la cifra no cede. Según reveló el estudio, por tercera ronda consecutiva, un 21% de las personas entrevistadas dijo sentirse frecuentemente aisladas por los demás o que le faltaba compañía.
Y, si se compara este resultado con el obtenido en 2020, no ha tenido cambios estadísticamente significativos. La cifra es impulsada por las mujeres con un 25%, mientras que los hombres llegaron a un 17%.
Cabe destacar que la brecha entre ambos géneros no sólo se da respecto de la sensación de soledad si no que en prácticamente todas las dimensiones estudiadas y también ha sido una constante en este estudio.
Otro resultado a destacar del estudio es que la mitad de las personas sigue sintiendo que su vida es bastante o completamente diferente a lo que era antes de la pandemia. En ese sentido, Daniela Campos, Jefa de Riesgo Psicosocial de la ACHS explica que “a más de dos años del inicios de la pandemia, podemos ver que hay un porcentaje importante de personas que siente que los cambios vividos en este periodo no serán fáciles de superar y quizás puedan ser permanentes”.
Asimismo, los síntomas que también persisten durante los dos años del estudio son los de depresión: aun cuando han tenido leves bajas desde su punto más álgido en la pandemia (18,7%, en agosto de 2021), la cifra de noviembre de este año está por encima de lo captado en noviembre de 2020 (14% vs 11,6%).
Las mejoras
De acuerdo con la información entregada por los encuestados, los problemas de salud mental disminuyeron en 5,4 puntos porcentuales respecto de mayo. Si se compara con la primera ronda del estudio (cuando un 34,6% tenía una presencia de estos problemas), al inicio de la pandemia, el índice ha disminuido más de la mitad (18,9 puntos porcentuales).
Otro problema que también muestra mejoría en los últimos seis meses es la prevalencia de ansiedad que pasa desde 27% a 23,7% de la población, una baja estadísticamente significativa y superior en mujeres. No obstante lo anterior, las mujeres siguen mostrando una mayor carga, casi un tercio de ellas (31%) sigue con sintomatología asociada a la ansiedad. Además, se mantiene como el componente más problemático para personas con enfermedades crónicas.
El consumo de alcohol y el insomnio también tuvieron números positivos. El primero llegó a un 9,3% de consumo, prácticamente igual a su punto más bajo desde que es medido (9,2% en noviembre de 2020), y el segundó llegó a un 12,3%, la mejor cifra en lo que va del Termómetro de Salud Mental.
Datos sobre el estudio
El “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC” es un estudio longitudinal, con una muestra aleatoria de aproximadamente 3.000 individuos desde 2022, representativa de la población nacional urbana mayor de 18 años, seleccionada a partir de una muestra representativa de hogares.
Se llevó adelante a través de entrevistas telefónicas sobre una muestra de viviendas previamente entrevistadas en persona.
Sus principales indicadores en el ámbito de la salud mental están construidos a partir de metodologías internacionalmente validadas (sintomatología GHQ-12; depresión PHQ-9; exposición a riesgos CoPsoQ; engagement UWES-3; consumo de alcohol AUDIT-C; insomnio ISI; soledad-escala UCLA-; y actividad física-escala UCL).