Carolina Oliva, fonoaudióloga, explica por qué es importante la detección temprana de los trastornos del lenguaje y cómo se deben trabajar para lograr un adecuado desarrollo de las habilidades comunicativas.
La comunicación es el proceso por medio del cual se transmite información; es el intercambio de sentimientos, opiniones o cualquier otro tipo de información mediante el habla, escritura u otras señales.
La mayoría de los padres o cuidadores esperan que sus niños puedan comunicarse adecuadamente. Sin embargo, cuando este proceso no se da en los tiempos esperados o requiere de un apoyo específico, pensamos en consultar con un especialista.
Así lo explica Carolina Oliva Gutiérrez, fonoaudióloga y especialista en atención temprana de IntegraMédica, quien indica que es importante estar atentos a las diferentes señales que se pueden presentar durante el desarrollo de las habilidades de comunicación.
“Si bien cada niño tiene su ritmo, existen ciertos hitos que deben ir cumpliéndose. Es bueno conocerlos, ya que, si esto no ocurre, conviene poner atención y consultar oportunamente”, explica la especialista.
Etapas del desarrollo de las habilidades comunicacionales
● A los 6 meses: comienza el balbuceo y sonido de ciertas letras, y empiezan a reconocer su nombre.
● Al año: se espera que comiencen a decir sus primeras palabras, las cuales pueden ser incompletas o mal articuladas.
● A los dos años: es esperable que manejen alrededor de 50 palabras y que comiencen a unir dos para construir oraciones, por ejemplo: “agua mamá”.
● A los 3 años: deberían construir oraciones más elaboradas. Por ejemplo, “el gato come”, y seguir instrucciones básicas
● A los 4 años: se esperan frases de mayor complejidad, como, por ejemplo, “el gato come en su plato”.
● Desde los 5 años: se desarrolla la pronunciación de sonidos más fuertes y elaborados, como la rr y la capacidad de responder categorizando. Es común que haya dificultad con algunas consonantes.
“Además, es importante consultar en caso de que el niño respire solo por la boca, presente problemas de deglución de alimentos (tragar) o haya patologías que afecten la voz (disfonía, sea ronco o tenga parámetros acústicos alterados).
También es recomendable visitar a un especialista si el menor no presenta sonrisa o tiene escasa intención comunicativa, de manera verbal o motora”, sostiene Carolina Oliva.
Tratamiento integral
La especialista explica que siempre es importante ver la evaluación de forma integral y no solo enfocándose en el ámbito lingüístico, ya que esto permite determinar o descartar alguna condición de base o dificultades que pueden ser sensoriales, motoras, del aprendizaje e incluso de concentración que pueden afectar en el desarrollo.
“Luego de una adecuada evaluación se debe considerar comenzar terapia, si el caso lo amerita. Siempre es importante el apoyo de cuidadores o familia, ya que ellos son un pilar muy importante para que se tenga un buen pronóstico y avances a corto plazo.
Es relevante tratar los trastornos de desarrollo de lenguaje de manera oportuna, porque si no se hace, después pueden generarse dificultades tanto en matemáticas, habilidades sociales, habilidades de memoria a corto plazo y también frustración, incluso en el área de interacción social”, sostiene Carolina.
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