El juego en línea y por ende los casinos online legales y las casas de apuestas deportivas digitales llegaron a tomar por sorpresa al mundo y por supuesto a las instituciones legislativas, ya que no solo implica un cambio total en el entorno en el cual se desarrolla este negocio, sino que también implica un incremento a gran escala de su alcance al público general.
Varios países de Latinoamérica, a pesar de la actualización y desarrollo del espacio online, aún se encuentran ante la difícil tarea de establecer las reglas justas del juego. Colombia fue uno de los primeros países en legislar de cierta manera la forma en que operaban estos sitios de apuestas. Gracias a esto, sus dictámenes legislativos se han mantenido actualizados con el progreso del entorno digital y se han convertido en un ejemplo a seguir para otros países. Aun así, muchos otros territorios no encuentran la manera correcta para concretar dicha ley. Tal es el caso de Brasil.
En el año 2018, Brasil aprobó incluir dentro de sus leyes la regularización del juego. Sin embargo, a pesar de aprobar la decisión de incluir dicha ley, las discusiones y deliberaciones al respecto no han concretado nada e incluso han postergado aún más la situación. La Secretaría de Evaluación de Políticas Públicas, Planificación, Energía y Lotería (SECAP), quién tenía la tarea de llevar la reglamentación, pospuso indefinidamente tal hecho, aun cuando tenían la intención de lograr llegar al acuerdo y aprobación a mediados de junio del 2021.
Hoy en día, aún con la aprobación del proyecto dentro de la cámara baja, la liberación de los juegos de apuestas en el país se encuentra estancada en el senado y no se tiene una fecha definida para su resolución.
Chile, a diferencia de Brasil, se encuentra ahora mismo en el posible auge de decretar apropiadamente sus propias leyes de regularización. A pesar de que el proyecto para regular las apuestas en línea tiene más de un año en la agenda aprobatoria, finalmente se encuentra en los últimos pasos hacia su finalización. Esto es gracias al ministro de Hacienda, quién ha apoyado la moción de forma constante.
“Con este proyecto le pondremos reglas claras a una industria que no está regulada en Chile. De esta manera, protegeremos a los usuarios y reglamentaremos a los operadores, los que ahora deberán pagar un impuesto específico, que permitirá recaudar al fisco unos 55 millones de dólares americanos anuales en régimen” expresó el subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber hacia los medios.
El proyecto propone que las operadoras de casino de juego y casas de apuestas puedan obtener una licencia general renovable que les permitiría operar durante 5 años, o bien, una licencia temporal que les permitiría operar por tan solo 6 meses. Cualquiera de estas licencias otorgaría el derecho a ofrecer cualquier juego de azar o apuesta deportiva, siempre que no sus características audiovisuales no sean ofensivas o dirigidas a menores de edad. Las licencias también excluyen el derecho a ofrecer loterías.
Dichas organizaciones deberán estar establecidas dentro del país e informar de manera formal el origen de sus fondos para financiar el negocio, detallar sus accionistas y beneficiarios finales, además de que deberán reportar cualquier sospecha de lavado de dinero u otros activos.
Con esto, Chile apuesta a crear un ambiente proclive a cuidar del usuario y regular los negocios con la intención de mantener al sector dentro de lo legítimo.
Sin embargo, a pesar de que todo esto significa un progreso y un beneficio a corto y largo plazo para los usuarios de dichas páginas, es necesario destacar que dichos usuarios también se verán afectados con un impuesto: Cada usuario deberá pagar un 15% de los ingresos obtenidos por medio de esta actividad, el cual se verá reflejado al momento de retirar sus ganancias de su cuenta.
La actual situación legislativa sobre las apuestas en línea es controvertida en varios países de Latinoamérica, como podemos percibir por el estado de la regularización en Brasil. Pese a esto, la forma en que Chile ha logrado manejar el tema de una manera más organizada y elaborada pinta un panorama más favorable para el desarrollo y evolución del juego.
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