El académico de la Usach, Ignacio Silva, consideró apresurado implementarla, dada la falta de estudios. “Tiene más sentido contribuir a la distribución universal de vacunas para contener la pandemia a nivel mundial y, así, dejar de necesitar dosis de refuerzo”, afirmó.
El ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó que la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus comenzará la segunda quincena de febrero. Sin embargo, el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, manifiesta reparos frente a la medida.
“Hasta ahora no hay muchos estudios que respalden la necesidad actual de una cuarta dosis”, señala. Aunque no descarta que en el futuro sea necesaria, considera que se requiere mayor evidencia antes de definir el momento oportuno de implementarla.
El doctor Silva agrega que las investigaciones no son concluyentes respecto a cuál es la vacuna más adecuada para una cuarta dosis y a qué poblaciones administrarla primero. Además, enfatiza que “no podemos seguir discutiendo dosis de refuerzo mientras no haya una distribución equitativa a nivel mundial”.
“Mientras no haya una cobertura universal de la vacunación, se van a seguir produciendo variantes en otros países con menos cobertura de vacunas y necesitando, cada vez más, dosis de refuerzo”, sostiene. “Tiene más sentido contribuir a la distribución universal de vacunas para contener la pandemia a nivel mundial y, así, dejar de necesitar dosis de refuerzo”, explica.
En resumen, Silva considera “apresurado” administrar una cuarta dosis en febrero. “Es necesario esperar más evidencia para saber mejor cuál es el momento más oportuno para hacerlo, a qué población y con qué plataforma de vacuna”, sintetizó.
