Brevísima relación de La Recova

Por Arturo Volantines

Dentro de la arquitectura neo-colonial de la ciudad de La Serena destacan las iglesias, los museos, los tribunales y La Recova: capital de la ciudad, porque quién viene y no pasa por La Recova, no ha pasado por La Serena.

En 1698, el Cabildo indica por bando que los comerciantes deben vender sus mercaderías, especialmente papas, ajíes y tomates, en la Plaza Central. El 20 de octubre de 1758 obliga a “que todo género de abasto y en especial de carne, pan y pescado, se venda en la plaza previo pago de un real y dos cuartillos…”.

La Recova se funda al iniciarse el año 1795, de la misma forma que en la capital del reino. Desde entonces, se ubica al costado de la iglesia San Agustín, por el lado norte, en la plazoleta.

Don Ambrosio O’Higgins, gobernador del reino, respalda su creación, escribiéndole al sub-delegado, indicándole fórmulas para lograr su financiamiento. Ya en 1796, La Recova dejaba una buena cantidad de dinero a las arcas edilicias.

En 1810, el anormal abastecimiento continúa, y así la Municipalidad de La Serena, debe reiniciar las gestiones, para reemplazar los improvisados locales. Pero, costó muchísimo terminar su construcción. En 1839 se da un plazo perentorio para terminar las obras. La Sociedad constructora de La Recova estaba formada por Gregorio Cordovez, por Pablo Garriga y por Pedro Juan Os. El 27 de mayo de 1844 estaba totalmente construida, y había requerido 25 años para levantarla por etapas.

La actual Recova fue reinaugurada el 26 de agosto de 1981, y está ubicada en la misma plazoleta. Cuenta con 143 locales, donde se vende todo tipos de productos típicos, colocando énfasis en la artesanía, gastronomía y en productos artísticos, como libros, instrumentos musicales, cerámica, confites, etc.

La Recova tiene asegurada la vida para varios siglos, siempre y cuando sus propietarios defiendan su patrimonio distintivo, que es también el patrimonio de la rica historia de la ciudad.