Son múltiples los factores que afectan en el crecimiento, desarrollo y aprendizaje de los niños, donde la alimentación, la actividad física y el descanso son pilares fundamentales para poder crecer fuertes y sanos.
La infancia es la etapa clave en su desarrollo donde se crean los hábitos en base a una alimentación saludable, la cual es la manera más efectiva de evitar en el futuro la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles tales como el sobrepeso, la obesidad, diabetes e hipertensión, entre otras.
Resultados no muy alentadores arroja el mapa nutricional del año 2018 donde la JUNAEB dio a conocer que un 51,8% de los estudiantes presenta sobrepeso u obesidad y los resultados más preocupantes se centran en los niños de los primeros niveles donde la obesidad aumentó en Pre-kinder un 2,4%, Kinder 2,5% y Primero básico un 0,5% en comparación al año 2017.
Con la llegada de Marzo y el regreso a clases es fundamental poder incentivar una buena alimentación en el colegio y en el hogar, donde el escolar tenga establecidas sus comidas y horarios para alimentarse; y así poder cumplir con sus requerimientos energéticos diarios. Existe una variedad de alimentos que nos permiten entregar a nuestro cerebro los nutrientes esenciales para su funcionamiento óptimo en los procesos cognitivos, es por esto que es importante que en el día a día la alimentación sea variada y equilibrada donde se incluyan todos lo grupos de alimentos en las comidas: Cereales (arroz, pan, avena), Lácteos, Frutas y Verduras, Huevo o carnes magras y aceite; especialmente alimentos ricos en Omega 3 y 6, los cuales protegen al cerebro del deterioro cognitivo. Además se debe evitar el consumo de grasas saturadas las cuales se ha demostrado que su consumo produce un déficit en el aprendizaje y la memoria. Para la hidratación se debe privilegiar siempre el consumo de agua pura, sin aditivos.
Cuatro comidas diarias (Desayuno – Almuerzo – Once – Cena), más una colación son la mejor combinación para tener energía y saciedad durante la jornada. El desayuno y su consumo regular se presenta como la comida más importante del día, el cual además de aportar la energía para iniciar las actividades se ha relacionado a tener una mayor concentración durante su jornada escolar, lo cual influye positivamente en tener mejores rendimientos académicos y una mejor relación con su entorno. Un buen desayuno debe estar conformado por al menos una porción de lácteos que son una buena fuente de calcio y proteínas, cereales que sirve de componente energético y fruta para incorporar las vitaminas y fibras.
Camila San Francisco Vega
Interna Nutrición y Dietética
Universidad Católica del Norte
