Durante Semana Santa crece ostensiblemente la demanda de productos del mar y, al mismo tiempo, el riesgo por intoxicación.
Las autoridades de Salud hacen recomendaciones para el consumo y manipulación de pescados y mariscos en esta época, aunque las cifras lejos de bajar, aumentan progresivamente.
La mayor ingesta de alcohol y de comidas hipercalóricas (ricas en grasa o azúcar) puede causar intoxicaciones e indigestiones con cuadros de dolor abdominal, cólicos, vómitos o diarrea.
Esto se debe principalmente a la proliferación de bacterias, las que se reproducen durante la manipulación poco higiénica de los alimentos, y son consumidos en las carnes mal cocidas o vegetales mal lavados, lo que provoca complicaciones a la salud.
La solución: los probióticos
Según los expertos, la mejor manera de prepararse para Semana Santa es mediante la ingesta de probióticos, que son microorganismos que protegen a nuestro cuerpo del ataque de organismos patógenos que pueden provocar enfermedades como la diarrea aguda.
Según el doctor Fernando Espina, director médico del Centro Pediátrico Mediclown y decano de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás: «La mayoría de las transgresiones alimentarias durante este fin de semana son por descuidos. Hay dos medidas tradicionales que no se cumplen: lavarse las manos y cocer los alimentos».
Para Jaime Cisneros, pediatra de la Clínica Cordillera y VidaIntegra, los probióticos son básicos para prevenir o tratar males gastrointestinales: «El probiótico que consta del germen llamado Saccharomyces Boulardii es muy eficiente en cuadros de infección gastrointestinal, ya que acorta los días de diarrea o gastroenteritis cuando ocurre sobre todo por causa de aguas contaminadas. Como pediatra normalmente uso Perenteryl, que es el probiótico más eficaz para la patología gastrointestinal, ya que muchas veces el solo uso provoca la mejoría, evitando el recurrir a antibióticos que pueden mantener las bacterias en el intestino, como ciertos productos en el mercado cuya eficacia es muy relativa».
A su vez, Rodrigo Muñoz, director técnico del laboratorio Axon Pharma, recomienda preocuparse de la hidratación durante un episodio gastrointestinal, «idealmente bebidas isotónicas, que deben ingerirse a pequeños sorbos y de forma frecuente».
Algunos consejos generales que entrega Muñoz son:
• Lo básico: limpieza de manos y de las áreas donde se va a cocinar.
• No usar la misma tabla y cuchillos para cortar alimentos crudos y cocinados.
• Los probióticos de venta en supermercados no sirven por cuanto apenas salen del recinto pierden la cadena de frío y, por tanto, sus propiedades. Además se necesitaría consumir al menos veinte yogures en un día para que tuviese algún nivel de efecto.
• Descongelar adecuadamente los alimentos tomando los tiempos necesarios para hacerlo. Nunca congelar un producto descongelado previamente.
• Los productos enlatados pierden su esterilidad una vez abiertos, por lo que hay que conservarlos en el refrigerador y con tapa.
• No dejar alimentos más de dos horas fuera del refrigerador. Cuidado con las bandejas que permanecen horas a temperatura ambiente.