Desde el martes 9 de octubre y hasta los primeros días de diciembre se desarrollará la innovadora experiencia educativa denominada “Yo leo y sueño”. Su objetivo es mejorar la comprensión lectora en los estudiantes de enseñanza básica.
En su primera semana más de 300 niños y niñas de segundo básico han participado en la primera semana en el Campamento de Lenguaje “Yo leo y sueño”, una experiencia educativa organizada y diseñada por la Corporación Excelencia Educativa para Chile, con el objetivo de entregar apoyo pedagógico a los escolares de establecimientos de básica que pertenecen a la Corporación Municipal Gabriel González Videla de La Serena.
“Esta nueva experiencia educativa y didáctica ha sido en estos primeros días una instancia muy motivante para todos los que participamos de ella”, destacó Andrea Fernández, la coordinadora de educación de Excelencia Educativa para Chile, quien de pasó agradeció a los docentes, inspectores, asistentes, directores, gestores, mediadores y estudiantes; quienes han dado vida a la primera semana del Campamento de Lenguaje “Yo leo y sueño”.
La actividad educativa se realiza en el Complejo deportivo Cordep, un ambiente de aprendizaje natural diseñado con elementos lúdicos, para que los niños jueguen y aprendan. Su objetivo de aprendizaje es mejorar la comprensión lectora a través del método “cloze”, el cual consiste en la presentación de una selección de prosa en la que se han omitido palabras, reemplazándolas por una línea de extensión constante. Por lo tanto, estas palabras que faltan deben ser buscadas por los grupos de estudiantes, quienes como lectores deben darle el sentido completo al cuento.
Esta estrategia fue ideada en el año 1953 por Wilson Tayler, como medio de evaluación de materiales escritos. En este caso, se trabajó con textos literarios, comenzando con un juego de activación como las adivinanzas y luego pasaron a la etapa de los cuentos, en donde los estudiantes utilizaron su imaginación para descubrir la palabra omitida. Finalmente, con una re lectura identificaron cada parte del cuento; título, introducción, desarrollo y desenlace.
Para esto, los grupos de estudiantes buscaron entre los arbustos y las hojas las palabras que le faltaban a cada cuento; El niño terrícola, Fra Francisco y El más poderoso. Al descubrir el sentido total del texto, respondieron las preguntas de los mediadores, para medir su comprensión lectora. Finalmente, los niños y niñas dibujaron a uno de los personajes, identificando sus características principales, utilizando materiales como plasticinas, lápices de colores, lana, pegamento, goma eva, entre otros.
“La encontré buena, debido a la participación de los niños y sobre todo por la dinámica grupal. En general fue muy positivo, los estudiantes se sintieron muy partícipe de todo e involucrados en los aprendizajes”, señaló la profesora Elisa Guzmán del Colegio El Romero.
Mientras que, por su parte, la profesora Miriam Martínez del Colegio Altovalsol, comentó que la actividad fue “interesante y enriquecedora, porque permitió a los estudiantes aplicar lo que ya están aprendiendo en las aulas. Además, ellos se entretienen, porque realizan actividades más lúdicas y qué mejor que en un lugar al aire libre”.
“Para mí también son importantes las habilidades sociales, es decir, que el niño comparta y de esa manera pueda obtener sus aprendizajes”, agregó la docente a cargo del segundo básico del Colegio Altovalsol.
En tanto, Andrea Fernández, coordinadora de educación de la Corporación Excelencia Educativa para Chile, se mostró conforme con la participación activa de los estudiantes. “El poder dar el espacio a la interacción entre distintas comunidades educativas y practicar en conjunto el desarrollo de las habilidades del Lenguaje y la Comunicación en los estudiantes de segundo básico, es sumamente reconfortante para los profesionales a cargo. Deseamos y nos disponemos como equipo a entregar el máximo apoyo posible para hacer del Campamento de Lenguaje “Yo leo y Sueño”, un conjunto de actividades significativas para nuestros principales protagonistas: los estudiantes”, recalcó Andrea Fernández, haciendo un llamado a las comunidades escolares de La Serena a participar de esta innovadora experiencia pedagógica que se extenderá hasta principios de diciembre.
Beneficios de la naturaleza para la mente
No es una cuestión al azar que la experiencia “Yo leo y sueño” se lleve a cabo en un entorno natural; con áreas verdes, árboles y cantos de pájaros. Todo esto obedece a la evidencia de estudios que demuestran los beneficios de la naturaleza para la concentración, el ánimo, la autoestima y reducción de la ansiedad.
Una serie de estudios realizados por el sicólogo Stephen Kaplan y sus colaboradores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, demostraron, por primera vez, que la exposición a escenarios naturales tenía un profundo efecto restaurador en la capacidad del cerebro de concentrarse.
Heike Freire, escritora y pedagoga, también resalta los múltiples beneficios de la educación en verde para los niños, especialmente para los más pequeños.
“Les brinda la posibilidad de desarrollar de manera natural su psicomotricidad, sus habilidades, su capacidad de resolver problemas y su sociabilidad. Además, potencia la imaginación, la creatividad y la capacidad de maravillarse, aspecto decisivo para fomentar la motivación en los niños”, sostiene la especialista en innovación educativa.