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Nueva tendencia de apoyo multidisciplinario a la lactancia materna

Expertos en nutrición y fonoaudiología UC abordan la lactancia centrados en el binomio madre-hijo. Intervención oportuna en diagnóstico de problemas anatómicos y acompañamiento en la transición de niños prematuros, son algunas de las propuestas.

Como cada año, la primera semana de agosto, Chile apoya la campaña que promueve el valor de la lactancia materna, de forma exclusiva hasta los 6 meses y de significancia en el apego afectivo hasta los 2 años. Un equipo multidisciplinario de la Universidad Católica, integrado por las carreras de Nutrición y Dietética, y Fonoaudiología, promueve la mirada multidisciplinaria de la lactancia con el fin de fortalecer el binomio madre-hijo y detectar a tiempo complicaciones que afecten esta significativa experiencia.

Cada vez surgen más estudios que reconocen el valor nutricional y emocional de la lactancia en el desarrollo infantil y una mejor calidad de vida integral para la madre. Por esta razón, equipos multidisciplinarios se fortalecen hoy en torno a acompañar este proceso, que podría verse interferido por muchos aspectos, desde psicológicos hasta físicos, dependiendo de la condición y circunstancias de la madre y del hijo.

La recomendación por parte de organizaciones científicas internacionales y nacionales como la OMS, Sociedad Americana de Pediatría, y MINSAL, es que la leche materna sea el único alimento hasta los 6 meses, para luego complementarla con alimentación natural hasta los 24 meses, posterior a esto queda a decisión de la mamá e hijo su duración.

La leche materna es un fluido biológico que contiene los requerimientos nutricionales e inmunológicos que requiere un lactante, en la medida que crece. En un inicio el volumen es cercano a los 20 ml, siendo su composición alta en proteínas, inmunoglobulinas, sodio, oligosacáridos, y ya cuando se logra establecer la leche materna madura, a los 15 días post parto en promedio, contiene un mayor volumen (600 a 800 ml), y un contenido superior de hidratos de carbono y grasas, siendo estas últimas casi el 50% de las calorías totales de la leche materna.

Alejandra Espinosa, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica, afirma que “La composición de la leche materna se adapta a los requerimientos del lactante. En el caso de lactantes prematuros, la madre producirá una leche más rica en proteínas, inmunoglobulinas y lactoferrina, elementos esenciales en esta condición de nacimiento. Si la lactancia se prolonga, ésta se modifica naturalmente, es así como la evidencia demuestra que una lactancia prolongada (sobre los 2 años) sería beneficioso de igual manera”.

Además del valor nutricional e inmunológico para el lactante, el acto de amamantar genera una sensación de bienestar para madre e hijo. Disminuye el riesgo de cáncer uterino (ayuda en la involución del útero), cáncer mamario, depresión post parto, entre otros beneficios; y en el lactante, favorece un mejor desarrollo dentomaxilar, nutrición y crecimiento óptimo, una coordinación de los patrones sensoriales, prevención de patologías, entre otras.

“La alimentación los primeros 1000 días de vida (desde la concepción hasta los 2 años) es determinante para la vida adulta”. La especialista explica que durante este periodo, la madre tiene un requerimiento calórico mayor al embarazo, promedio 500 calorías diarias (considerado solo cuando la lactancia es exclusiva), esto es porque la producción de leche implica mucho gasto energético. Espinosa recomienda que una parte de esas calorías extras sean aportadas por lo almacenado durante la gestación, ayudando en la recuperación del peso post gestacional, sin embargo se sabe que aumenta el apetito en la madre, por lo tanto hay vigilar que ese desbalance energético no se produzca.

La alimentación de la madre debe ser variada, alimentos idealmente caseros cuidando su manipulación. La dieta de la madre debe incluir ácidos grasos esenciales que se traspasan por la leche materna, principalmente en los primeros 6 meses de lactancia (Omega3, DHA), por tanto se sugiere el consumo de pescados (1/2 tarro de jurel a la semana), idealmente complementado con el consumo de aceite de canola, soya, nuez, semillas de chía, entre otros. Agrega la nutricionista que: “Utilizar alimentos que varíen durante el día por parte de la madre como parte de su alimentación diaria, además de generar beneficios para ella ha demostrado que tiene una mejor aceptación por parte del lactante, ya que puede generar cambios en el sabor de la leche y se adapta a variados sabores y acepta de mejor manera la alimentación complementaria ”.

TRANSICIÓN A LA LACTANCIA

Constanza Espinosa, docente de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Católica, comenta: “poco a poco, hemos incorporado un diagnóstico temprano de las condiciones del frenillo lingual del bebé, que alteran la capacidad de succión del bebé. Es muy importante colaborar en que la transición hacia la lactancia se vea favorecida por intervenciones oportunas, dado que los bebés se cansan muy pronto al mamar y ello genera frustración en él y en su madre”. La docente señala que esta alteración estructural del frenillo lingual, puede ser causa de destete precoz cuando no es detectado. “La solución es un pequeño corte en el frenillo (Frenotomia), que en esta etapa es muy poco invasivo y que además favorece los procesos de desarrollo maxilofacial y funciones de respiración, masticación, deglución y habla”, añade.

La estructura de la boca y de la mama son aspectos físicos que determinan la calidad de la lactancia. Hoy se aplican diversas técnicas para favorecer un mejor acople y disminuir el dolor en la madre y los cólicos estomacales en el bebé, colaborando en que el hijo además pueda ganar peso en los primeros 10 días de vida y evitar así la alternativa del relleno.

En el caso de niños prematuros u hospitalizados en su primera etapa de vida, el equipo de salud involucra desde las primeras horas a la madre, de modo tal que el proceso de lactancia no se interrumpa, pese a que un hijo esté en incubadora. Considerando el stress y la angustia que supone este escenario y las prioridades médicas por resolver, los cuidados incluyen la alimentación mediante sonda con leche materna y otras técnicas que permitan atender el apego temprano.

Por su parte, el fonoaudiólogo Luis Salinas, quien participa en la Unidad de Neonatología del Hospital Clínico UC, comenta que en niños prematuros de 33 a 37 semanadas de gestación, existen dificultades tempranas en su alimentación, requiriendo sonda para ello. Un equipo multidisciplinario trabaja desde el primer día en acelerar, en lo posible, la transición hacia la alimentación completa, incluyendo lactancia mediante chupete o pecho. “La primera intervención es la educación a los padres, en el entrenamiento de ejercicios para el niño, indicaciones de cambios posturales y maniobras para facilitar la alimentación”, señala.

Salinas afirma que la calidad de la lactancia en estas situaciones depende de la fuerza muscular, del tipo de patrón motor orofacial, de la presencia de alguna alteración física, como la existencia de una fisura. Entonces, involucra anatomía de labio, lengua y paladar, entre otros. “Los niños muy prematuros presentan regularmente inmadurez del conjunto de los sistemas -respiratorio, cardíaco y neurológico-, afectando el rendimiento en la lactancia. Si el especialista indica 40 ml, cada 3 horas y solo alcanza 5, puede existir fatiga o una alteración en la seguridad. Por ello la importancia de mejorar su rendimiento mediante el entrenamiento con ejercicios específicos”, añade.

Elizabeth Urrutia, enfermera de continuidad de neonatología en Hospital Clínico UC, especialista en UCI, asegura que la lactancia tiene enormes beneficios para los niños, en el fortalecimiento de su sistema inmunológico. Desde el ingreso a una UCI, el equipo trabaja en estimular la adaptación del tracto estomacal a la leche materna, velando para que la primera alimentación del niño(a) sea la leche de su madre, partiendo en prematuros por tan solo 2 ml. A las 34 semanas surge el instinto de succión no nutritiva y mediante chupete de entretención, se entrena esta funcionalidad.

“A lo largo de la hospitalización se hacen los ajustes necesarios de volumen, de acuerdo a su peso. El solo hecho de que la madre se extraiga leche en este proceso, ayuda también a que se sienta útil en la etapa de recuperación de su hijo, por tanto el beneficio no es solo nutricional para el niño”, señala la enfermera.

Una vez alcanzada una buena termorregulación, el niño se traslada a cuna y es buen momento para iniciar el amamantamiento de forma progresiva, educando a la madre acerca de posiciones que colaboran, evitan molestias y favorecen un mayor contacto visual para asegurar un adecuado acople y succión. Urrutia agrega que el proceso de extracción de leche permite medir las cantidades de producción, de modo que al irse de alta los niños, las madres sepan cuánto están consumiendo y eso les brinde tranquilidad una vez en casa.

CONSEJOS PARA MADRES EN ETAPA DE LACTANCIA

• No existe evidencia alguna de que hayan alimentos o bebidas que alteren las condiciones de la leche materna y que generen cólicos en el bebé. Los cólicos se deben a inadecuadas técnicas de lactancia.
• Se recomienda beber al menos 2 litros de líquido en etapa de lactancia. Agua, sopas, jugos naturales y una alimentación rica en frutas y verduras, favorecen una buena producción de leche. Café instantáneo, no más de 3 tazas diarias.
• Lo ideal es que no se fume, ni se beba alcohol mientras transcurre la etapa de lactancia. No obstante, si bebe alcohol, se recomienda esperar algunas horas antes de dar pecho; y si fuma, cambie su ropa y sujete el cabello durante la lactancia. Lave siempre sus manos antes de iniciar la lactancia.
• La ducha diaria o la limpieza de pezones con agua hervida es importante antes de dar pecho. Finalizada la lactancia, puede limpiar pezones con la misma leche para ayudar en la recuperación de la piel. Cambie con frecuencia los absorbentes de leche para evitar infecciones.
• Procure alternar la lactancia entre ambas mamas, de modo que se vacíen de forma igualitaria, ayudando a prevenir mastitis. Si solo administró leche desde un pecho, vacíe el otro con sacaleche o extractor.
• Prefiera dar pecho sentada con el niño(a) en posición de caballito sobre su regazo o muslo. Asegúrese que el bebé cubra con su boca pezón y arealoa para mejorar la succión y prevenir cólicos.
• Cuide su postura contrayendo abdominales y manteniendo la espalda recta. Estírese y elongue cuello una vez finalizada la lactancia. Evite dar pecho acostada.
• Si se extrae leche, puede mantenerla a temperatura ambiente (6 a 8 horas), refrigerada (72 horas) y congelada en refrigerador de dos puertas en bolsas herméticas (hasta 3 meses). La leche en estado de reposo cambia de color y apariencia, y muchas veces puede parecer descompuesta; ello se debe a la variante proporción de agua y grasa. Al agitarla debe recuperar una apariencia normal.
• No hay pezones buenos o malos. Hoy existen técnicas y prácticas que ayudan a fortalecer la piel del pezón y evitar agretamientos. Nunca es motivo para suspender la lactancia.
• No caliente nunca la leche materna en microondas.
• Esterilice en agua hervida sacaleche y mamaderas, separando todas sus partes. Deje secar al aire sobre superficie limpia cubierta con papel absorbente.
• Utilice cooler y unidad refrigerante para mantener la cadena de frío de la leche, en caso de traslados.

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