Comunas retrocedieron en el ranking que elabora el gremio a través de la Universidad Católica. Ambiente de Negocios y Condiciones Laborales fueron los indicadores más bajos.
Por octavo año consecutivo, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en conjunto con el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile dieron a conocer el Índice de Calidad de Vida de Ciudades Chilenas (ICVU) que mide 93 comunas del país con más de 50 mil habitantes, donde en esta región son consideradas La Serena, Coquimbo y Ovalle. Con ello se elabora un diagnóstico multidimensional para enfatizar decisiones público – privadas que generan un impacto directo sobre la población.
Esta vez, el estudio no trajo buenas noticias para las tres comunas medidas, ya que todas tuvieron un retroceso sustantivo con respecto a las posiciones obtenidas el año pasado. En el caso de La Serena, retrocedió 14 puestos para pasar del 20 al 34, mientras que Coquimbo bajó ocho lugares para quedarse en el 49, luego que hace doce meses se ubicara en el 41. Eso sí, uno de los casos más dramáticos sucedió con Ovalle, que pasó del puesto 44 al 82, quedando en el rango inferior del listado.
“Coquimbo y Ovalle obtuvieron los puestos más bajos desde que se tiene registro, lo que nos preocupa, ya que implica que miles de familias no están logrando condiciones de bienestar. Si bien La Serena tiene un antecedente peor (35º en 2014), vemos con inquietud la curva de descenso en la que ha entrado en los últimos ejercicios”, aseveró el presidente de CChC La Serena, Sergio Quilodrán.
En cuanto a la conurbación La Serena – Coquimbo, que es medida en el ranking de ciudades metropolitanas, tampoco se sacaron cuentas alegres, pues se posicionó en el séptimo lugar, bajando tres puestos en relación al año pasado y logrando el desempeño más mediocre desde el inicio de la medición.
LAS RAZONES
Como todos los años desde el año 2011, el ICVU se construyó a través de un procesamiento estadístico denominado Análisis de Componentes Principales (ACP) que se aplicó sobre una base de datos de 36 variables estadísticas seleccionadas bajo criterio experto provistas por fuentes estadísticas oficiales.
El procesamiento derivó en una selección de 19 variables para el cálculo y el resultado que se obtiene es un índice sintético denominado ICVU y también un indicador por cada una de las 6 dimensiones: Condiciones Laborales, Ambiente de Negocios, Condiciones Socioculturales, Conectividad y Movilidad, Salud y Medio Ambiente, y Vivienda y Entorno.
Y si se deben buscar las causas, hay dos que son comunes para las tres ciudades: Condiciones Laborales y Ambiente de Negocios. “Lamentablemente hemos sido testigos de una profunda caída en dos dimensiones que son claves para el crecimiento y el desarrollo de las personas, por ello es que hacemos un llamado a las nuevas autoridades a disponer de esfuerzos para revertir ese panorama. Nosotros como gremio estamos llanos a colaborar en lo que se requiera”, manifestó el líder regional de la CChC La Serena, Sergio Quilodrán.
La dimensión Condiciones Laborales tiene relación con variables que miden las facilidades de acceso al mercado laboral, ingresos, capacitaciones, desarrollo profesional y protección social. Para CChC La Serena es inconcebible no generar políticas que mejoren el desempeño de las personas. “Vamos a insistir ante el nuevo Gobierno la relevancia de contar con profesionales empoderados, técnicamente competentes y con altos estándares de productividad”, apuntó Quilodrán.
En cuanto a la dimensión Ambiente de Negocios, representa los medios para la generación de inversiones privadas y/o emprendimientos por cuenta propia. “Ciertamente hemos visto cómo hoy cuesta mucho inyectar recursos, especialmente si quien los impulsa es un particular. Existen trabas administrativas, judiciales y sociales que ralentizan la recuperación económica y generan brechas como las que observamos hoy a través del ICVU”, expresó el dirigente gremial. Quilodrán agregó que “el desarrollo económico sostenible no sólo implica obtener utilidades y crecimiento, sino que también calidad de vida a través de mayores ingresos para las familias y mejores ofertas de trabajo”.
Ante este escenario, el directivo llamó a trabajar en tres áreas: Planificación, Gobernanza e Infraestructura. “Creemos esencial contar con instrumentos reguladores actualizados y con una visión de al menos 30 años. La Serena y Coquimbo se están quedado atrás en competitividad por no contar con reglas claras para invertir. No puede ser que los últimos planes reguladores daten de 2004 y 1984, respectivamente. Para ello llamamos a las autoridades a trabajar en conjunto con la sociedad civil y los gremios para reducir la brecha existente en infraestructura urbana”, finalizó Quilodrán.