La escritora se presentará el 1 de febrero a las 20 horas instancia en que dialogará con el público sobre su obra y proyectos
Alicia Mondaca Rivera es una de las escritoras más destacadas de la región. Nacida en La Serena en 1965, actualmente ejerce como profesora en educación general básica. Asimismo, es licenciada en educación y técnica en diseño gráfico y artista plástica. Con una vasta experiencia y recorrido, la poeta participó en el IX Congreso Poético en San Juan Argentina en 2007, en el Encuentro de Integración de Escritores Argentinos y Chilenos en Mendoza, en el Letrarte en Tucumán, Argentina, los años 2011 y 2012. Además asistió al Encuentro Internacional de Poeta en Michoacán, México, en 2009, y fue publicada en la antología de dicho encuentro. También fue invitada al II Festival Internacional de Poesía de Mendoza en 2014. Mondaca ha realizado lecturas en diversas partes de América Latina. Es así como fue seleccionada para leer en representación de la Región de Coquimbo en la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) del 2012.
Sus textos han sido publicados en revistas como Musaraña de La Serena. Su obra además aparece en El burro del Diablo, arqueo de la poesía contemporánea de la Región de Coquimbo, Ediciones de la Universidad Católica del Norte, 2008; en Madriguera de palomas, poesía contemporánea de la Región de Coquimbo, Volantines Ediciones, 2013, Mientras este fuego arda, Ediciones Santiago inédito, 2013, y en la antología binacional El túnel 2.0, poesía contemporánea Coquimbo y San Juan, Volantines Ediciones, 2017. Actualmente es consejera del CNCA de la Región de Coquimbo y presidenta de la Sociedad Patrimonial Pedro Pablo Muñoz Godoy (SPPMG), que lleva adelante, entre otros, la recuperación y puesta en valor del “Sitio de la Batalla de Los Loros”.
La otredad del silencio
El libro es el primero de la “Colección Deisler” que rinde tributo al desaparecido académico, poeta visual y editor, Guillermo Deisler. Fue publicado por Volantines Ediciones, con un equipo compuesto por Eva Carolina Tapia, Arturo Volantines, Marco Murúa y Juan García Rodríguez. La obra obtuvo el Fondo del Gobierno Regional de Coquimbo a través de la Agrupación Medioambiental y Cultural Corazón Verde de La Serena y cuenta con el patrocinio de la Sociedad de Creación y Acciones Literarias Región de Coquimbo (SALC) y de la Sociedad Patrimonial Pedro Pablo Muñoz Godoy (SPPMG). En palabras del escritor Arturo Volantines, La otredad del silencio es una propuesta que busca la radicalidad desde una visión de mundo que propone un cuestionamiento a la tradición literaria del Norte Infinito. Es encontrar una respuesta y un camino a la posmodernidad agobiada por el consumo, la corrupción, el abandono de los ideales y la pusilaminería. Las preguntas mayores están asociadas a la tecnología, la relatividad y a las galaxias.
Sin embargo, une el pasado reciente del lar poético con un salto hacia el infinito. Indudablemente anda en las esferas de las ciencias, del tiempo, en Hawking y revisa a otros astrónomos y poetas para construir una visión galáctica y vanguardista: un collage, síntesis de una nueva mirada del mundo; una nueva civilización donde lo “everyware” y lo primigenio originen una nueva humanidad. La construcción de sus textos, basados en la visualidad, produce la primera extrañeza. Luego, con la incorporación de la música, crean una liturgia visual, sonora y cósmica. El unir lo lárico con fractales la llevan a una radicalidad no vista en la literatura del norte. Indudablemente, es una poeta distanciada del feminismo y de la redención ideológica del siglo XX; sin embargo, reclama por un entorno desprovisto de armonía. Ella propone una sinfonía coral y estelar. Su poesía está casi desprovista de imágenes rutilantes. Es arriesgada su radicalidad, a veces se vuelve enigmática y distanciada de la tradición poética. Por lo mismo, es una poética diferenciadora de la mayoría de sus contemporáneos en el norte chileno. Hay momentos que no se puede hablar de poesía poética sino plástica, actualidad en lo visivo y en las tradiciones incorporada en la pintura. Al final del libro, se vuelve hacía cierto larismo que añora a la familia perdida y a los lugares donde el hombre habita en concordancia con la naturaleza.
Alicia Mondaca es una poeta que huye del verso dulzón, de lo versoso, de la construcción tradicional; se arriesga con cuestionar el constructo tradicional y bien premiado. Incluso, prospera en lo poéticamente incorrecto. Sólo con ello, ya se ubica en la primera línea de la poesía del Norte. El poeta serenense, Shakti Kundalini dice respecto a esta obra “La otredad del silencio de Alicia Mondaca es un desafío, un disparo, un proyectil lírico para avisados lectores. Mezcla virtuosa y fractálica de materias fundantes que danzan en un verso serpentino de imágenes especulares transterrenales o paraterrenales. Amplios horizontes cognitivos señalan el universo –multiverso- arraigado y expresado por la poeta.
La astrofísica, más la micro fisiología ralentizan por una parte y aceleran por otra la dinámica de la relatividad y la pragmática cuántica. Una filiación con la poesía de la oscuridad, poesía del vaticinio y la videncia -los poetas órficos-. Lo pictórico y sinfónico juegan sinestésicamente en una rítmica del drama crístico, paralelo y alucinante correferente. En parte un canto angélico rilkeano pero que se distancia de la emocionalidad con cierta austeridad y alteridad de sentimientos. Es poesía en el sentido superlativo de la palabra”.