El lugar promete deleitar con exquisita gastronomía, circuitos guiados y la venta de cosmetología natural.
En medio de un imponente cerro del sector El Llano de la comuna de Canela, Gladys Cortés se encarga de presentar a los visitantes un agradable lugar que refleja el amor por la naturaleza y la belleza innata del campo choapino.
Son 4 años los que Cortés lleva reuniendo lo mejor del mundo rural en su granja “Canela y Sol”, lugar donde la emprendedora ofrece telares decorativos de lana de oveja, cosmetología natural y una variada carta de comida gourmet a base de productos que obtiene del huerto familiar. Según comenta la usuaria de INDAP, ya son varios los turistas nacionales y extranjeros que han tenido el privilegio de conocer estas bondades.
Dentro de sus más destacados productos es posible nombrar la leche virginal, jabones de leche de cabra con plantas medicinales -como eucaliptus, copao o ruda- champús de ortiga y natural, todos ellos elaborados bajo cánones de sustentabilidad y aprovechando cada uno de los materiales que el entorno natural entrega. El sueño de la emprendedora es tener una granja 100% sustentable, la cual produzca su propio alimento sin necesidad de químicos o gastos de combustible.
“Todo lo que verán en mi granja es amigable con el medioambiente, creo que es importante difundir y practicar este concepto. Por lo mismo estoy feliz, porque la gente realmente se interesa por conocer mi granja, es una hectárea de terreno donde aparte de ofrecer una rica comida y paisajes grandiosos, también doy la opción a otras personas para que, a través de talleres, puedan aprender a elaborar productos cosméticos naturales”, comenta la canelina.
EL DINAMISMO DE GLADYS
El trabajo de la emprendedora ha sido plasmado en diversas páginas de revistas nacionales y en el programa de televisión Chile Conectado, instancias que se han convertido en una vitrina de promoción importante. “Fue increíble como después de mis apariciones en medios la gente me empezó a llamar para visitar la granja o conocer mi historia. Hasta del extranjero he tenido visitas, por ejemplo ya ha estado en mi casa una pareja de argentinos y una chica australiana que en su primera visita a Chile decidió conocer mi hogar”, detalla la usuaria de INDAP.
Sumado a las actividades nombradas, la canelina también es guardadora de semillas, una persona encargada de mantener ritualmente las especies que ellos mismos cultivan. En este caso Gladys las conserva en bolsas de género que cuelgan en perchas. Esta práctica se realiza a nivel mundial y la idea es no retener los granos o pepas, sino que circulen libremente de persona en persona, dando cuenta de las bondades y riquezas que la madre tierra tiene para entregar.
Sin duda un pilar fundamental en la vida emprendedora de Gladys -y de muchos productores locales- ha sido INDAP, institución del Ministerio de Agricultura que se ha encargado de brindarles las herramientas e instrumentos necesarios que han permitido el desarrollo óptimo de este tan anhelado proyecto.
En este sentido, Cortés indica que “yo estoy muy agradecida de INDAP, ellos siempre están presentes en cada paso. Creo que para este trabajo es necesario siempre ir renovándose o innovando y la institución realmente ha sido clave para llevar a cabo esas metas”.
A la ayuda del servicio del Ministerio de Agricultura, Gladys prontamente sumará el apoyo de su hermano, quien tras su experiencia en el área de turismo en el Cajón del Maipo -Santiago-, llegará a la granja a aportar con nuevos panoramas que sin duda harán del lugar una experiencia inolvidable.
Para quienes deseen conocer más de la historia de Gladys Cortés o simplemente descansar en el verdadero oasis natural de la “Granja Canela y Sol”, pueden contactarse al número +56991922694 o al correo productoscanelaysol@gmail.com.
