El especialista en educación y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Jaime Retamal, considera que para corregir la diferencia que cada año evidencia la PSU entre los puntajes nacionales provenientes de colegios particulares versus los de municipales, la administración del Presidente electo Sebastián Piñera debe imponerse la tarea de impulsar una nueva forma de ingreso a la educación superior, con Pruebas de Selección Universitarias “múltiples”. Es decir, se deben incluir evaluaciones que den cuenta de la diversidad en la formación que recibe cada estudiante y que permita considerar “materias asociadas al origen escolar, nivel sociocultural y habilidades de los jóvenes”, afirma.
Según el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE), un 76% de los puntajes nacionales son estudiantes egresados de colegios particulares. Mientras estos establecimientos exhiben un total de 116 máximos PSU, los municipales solo reportan 20, de los cuales 15 provienen exclusivamente del Instituto Nacional.
Para el experto en educación y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Jaime Retamal, “es preocupante que nuevamente estemos conversando respecto a la brecha que se produce en los puntajes PSU, luego de tantos años de discusión en torno al mismo tema”. A su juicio, la situación requiere de una determinación política que establezca una prueba diferente y actualizada, que esté enmarcada en un nuevo sistema de ingreso a la educación superior.
“Ojalá el nuevo Gobierno pueda tomar el sartén por el mango y ofrezca al país una nueva política de acceso a la educación superior que sea mucho más ventajosa para todos los jóvenes, sin discriminación respecto de su condición socioeconómica”, sostiene. En este sentido, indica que el modelo debiera considerar “Pruebas de Selección Universitarias múltiples”, que den cuenta de la diversidad de saberes y cultura de los egresados de enseñanza media, atendiendo a sus distintos niveles de vulnerabilidad.
“Hoy, sabemos que hay múltiples inteligencias al interior de la sala de clases. No todos los jóvenes tienen las mismas habilidades, pero la PSU estandariza esto y ahí hay un problema de origen”, considera. Por eso, es partidario de un test que permita a los jóvenes “no solo medirse en esas habilidades estandarizadas, sino también en otras materias asociadas más con su origen escolar, nivel sociocultural y habilidades”, afirma.
“Una persona que quiere estudiar teatro necesitará rendir otro tipo de prueba que alguien que entra a ingeniería industrial”, ejemplifica.
“Es una buena tarea a emprender para el próximo Gobierno tratar de solucionar este problema y ofrecer no solo para las universidades, sino para todo el abanico de la educación superior, una oportunidad de ingreso a todos los jóvenes, sin depender de su condición socioeconómica”, concluye.