El Director del Centro de Biotecnología Acuícola (CBA) de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Eugenio Spencer, sostiene que de mantenerse el nivel de extracción irregular de este recurso, que equivale al doble de la cuota permitida en un año, “veremos los efectos en cuatro o cinco años más”. A su juicio, la disminución puede ser similar a la experimentada por el congrio colorado o el jurel.
Una investigación de la ONG ambiental WWF Chile advirtió que la Pesca ilegal, no declarada y no regulada (Pesca INN), es la responsable de la captura de hasta el doble de la cuota anual permitida para merluza común a nivel nacional.
De acuerdo al Director del Centro de Biotecnología Acuícola (CBA) de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Eugenio Spencer, “si no se respeta eso, vamos a afectar la reproducción de la especie y veremos sus efectos en cuatro o cinco años más”.
“La especie está en riesgo de desaparecer si se sigue con esta práctica”, señala. “Han tratado de cultivar la merluza, y realmente no han tenido mucho éxito”, lamenta.
El experto califica la situación como “dramática” ya que “una vez que la captura ilegal se produce, ¿qué se saca con incautarla si el daño ya está hecho?”, en alusión a que lo extraído muere y no se puede recuperar.
Por eso, el especialista llama a “cambiar la legislación, poniendo multas mucho más fuertes, y educar a los productores y consumidores sobre la importancia de comer pescado”.
Respecto a lo primero, indica que “si no hay multas realmente dañinas, no pasará nada”, ya que en la actualidad “estas faltas no tienen una pena que haga que las personas lo piensen dos veces antes de hacerlo”.
Respecto a lo segundo, señala que instruir a todos los actores sobre la importancia de las cuotas de captura permitirá hacer sustentable el negocio. “Los artesanales argumentan que es su forma de vida y que si no capturan, no van a tener para comer, pero de lo que no se han dado cuenta es que es pan para hoy, pero hambre para mañana”, critica.
Agrega que “los recursos marinos son de todos los chilenos, no solo de los pescadores artesanales”.
“Si no se instruye a todos los actores, de aquí a veinte o treinta años más desaparecerán ciertas especies”, puntualiza, haciendo la salvedad que este problema no es solo de Chile, sino mundial.
“El caso de Japón”, ejemplifica, “todavía siguen cazando ballenas usando argumentos ridículos. Este no es un problema local solamente. En el mundo, no se respeta que los recursos son de todos”.
Finalmente, señala que la Subsecretaría de Pesca debería tener más recursos para enfrentar esta situación. “Hay que armarla bien desde el punto de vista legal y con una mayor autoridad para que esto ocurra”, subraya.
“Hay especies que ya no se encuentran en el mercado”, advierte. Entre las más disminuidas, nombra la corvina, el jurel y el congrio colorado.