El club deportivo, club del adulto mayor, bailarines, agrupación de mujeres y la junta de vecinos son algunas de las organizaciones que utilizan la sede que actualmente se encuentra en precarias condiciones.
La Fundación Junto al Barrio realiza su labor social y urbana en cuatro sectores de la parte alta de Coquimbo, uno de ellos es Shangri La, en el cual una de las prioridades de los vecinos es recuperar el espacio de su sede vecinal, donde se reunían activamente hace años atrás.
Las principales expectativas de los vecinos son de qué manera el diseño participativo para el mejoramiento de la sede social contribuye a la inclusión de la comunidad y como el trabajo en conjunto es importante para lograr ese objetivo. Así lo destacó Francisco Pizarro, Director Regional de Junto Al Barrio, quien sostuvo que “Es demasiado relevante el que estemos trabajando de manera coordinada con el equipo de la municipalidad de Coquimbo y la junta de vecinos de Shangri La para elaborar un expediente de postulación para el mejoramiento de la sede social Shangri La. El diseño participativo es una instancia importante para nosotros como fundación porque recogemos de manera directa lo que son las expectativas y necesidades, como también, visualizamos de qué manera ellos pueden priorizar las acciones que tengan como objetivo el mejoramiento de este espacio comunitario”.
Para Diva Sierra, Presidenta de la junta de vecinos de Shangri La, es de vital importancia recuperar este espacio y conversarlo con los representantes de las agrupaciones, “Fue una instancia buena para saber lo que pensaban las otras instituciones que cuesta sí que se pongan de acuerdo, pero la idea es que esta sea una sede para la comunidad, que sirva para todos los grupos”, expresó.
Actualmente se reúnen el Club de Adulto Mayor, la junta de vecinos, la agrupación de mujeres y el Club Deportivo Cerro Alegre.
Para Oriela Chirino, presidenta del club de adulto mayor Estrella de Coquimbo, sostuvo que “Estamos muy contentas de poder tener una nueva estructura en nuestra sede y poder funcionar todas las instituciones unidas y esperamos que sea de la mejor manera”.
Por su parte, el Club Deportivo Cerro Alegre quiere volver a usar este espacio para sus actividades, como lo señaló José Luis Baeza, “Para nosotros la importancia de la sede en este caso es para organizar nuestras actividades, para generar recursos para tener un espacio para los niños, celebrar sus cumpleaños, que sea un espacio para jóvenes, adultos y niños, ya que el deporte es una forma de sacar a los niños de la droga”.
El objetivo de la participación en esta instancia de la Municipalidad de Coquimbo fue, informar a dirigentes cuales son los fondos públicos a los cuales pueden postular para recuperar el espacio vecinal, como expuso Atilio Carrasco, profesional de apoyo de administración municipal “La idea del municipio fue que con el alcalde poder empezar a gestionar proyectos barriales con las comunidades, escuchándolos y poder construir en conjunto con Junto Al Barrio, proyectos participativos en conjunto y que den sentido a la realidad y a los requerimientos de la comunidad, aquí la idea es que con esta reunión iniciamos un proceso para ir evaluando como rescatar su sede que es un espacio más que un espacio físico es el lugar de encuentro, la idea es recoger ese requerimiento para poder postularlo a los fondos públicos”.
Historia de Shangri-La
El nombre Shangri-la tiene sus orígenes en la quinta casa que en aquel entonces estaba en los terrenos pertenecientes a uno de los primeros habitantes de la Parte Alta, coloquialmente conocido como “El Chato Humberto”, personaje del mundo popular de Coquimbo de principios del siglo XX.
Este sector no siempre fue conocido como Shangri-La. Diversas fuentes de información consultadas en terreno nos señalan que inicialmente este sector fue conocido como “Cerro Alegre” por los habitantes de la Ciudad de Coquimbo. Hacia mediados del siglo XX, los pobladores formaron comités para gestionar servicios básicos como agua, luz y alcantarillado a través de la organización vecinal, esto permitió la materialización del saneamiento básico para el posterior desarrollo y consolidación urbana del barrio. Posteriormente, hacia fines de los sesenta y principios de los setenta, podemos asociar la consolidación del barrio con el proceso de redistribución de la tenencia de la tierra y fomento a la vivienda social impulsada por los gobiernos populares de los presidentes Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende Gossens. Fue en esta época cuando estos terrenos fueron entregados a los habitantes organizados en comités y agrupaciones que llevaron a cabo el proceso de poblamiento de la Parte Alta del puerto de Coquimbo.
