Rodeado de su familia y amigos, Eduardo del Rosario López López, conocido y querido vecino del sector San Juan de Coquimbo, cumplió los 100 años de edad, motivo que ameritó la realización de una gran celebración que estuvo a cargo de sus hijos y cercanos, que durante la especial ocasión, quisieron transmitir al festejado, todo el amor y respeto que merece llegar al siglo de vida.
Eduardo del Rosario López Lopez, nacido en 1917, está casado con Nilda Fredes, y es un querido vecino de calle Hurtado de Mendoza del sector San Juan. Tiene siete hijos: Irma, María, Ivan, Mirna, Marisol, Norma, y Eduardo; además de trece nietos y dos bisnietos. En Coquimbo, por mucho tiempo trabajó como garzón en el recordado restorán “Stanka” ubicado en el centro de la ciudad, lo que valió ser una persona muy conocida, que logró atesorar una gran cantidad de amistades y conocidos.
Amante de los animales y la música, Don Eduardo, a sus 100 años, mantiene una buena salud, y confiesa que comer de todo, junto con una copita de vino, es su receta para llegar a esta edad. “Soy bueno para “el diente”, y como bastante ajo y cebolla. Acompaño mis comidas con un “vinito” tinto, y puedo decir que no me entran balas. Ahora estoy muy feliz de estar con toda mi gente querida en este cumpleaños”, comenta Don Eduardo López, quien en la celebración recibió el saludo del Municipio de Coquimbo, el Alcalde Marcelo Pereira Peralta y el Concejo Municipal, representado en la figura de Carolina White, Jefa del Departamento Social de la Municipalidad y de funcionarios de la casa edilicia.
Una de las hijas de Don Eduardo, Marisol López Fredes, destaca que “mi padre de salud está muy bien, come y conversa de todo, es autosuficiente y está lúcido; no tiene mayores problemas, solo un poco de dolor de rodillas, pienso debido a su trabajo. Mi papá es un orgullo para mí y mis hermanos, es un buen padre y trabajador, se sacrificó junto con mi mamá y supo y pudo sacar adelante a sus siete hijos”.