En el proyecto trabajaron los vecinos del sector junto a SENDA, el municipio porteño y el Programa “Quiero mi Barrio”.
Era un sitio abandonado en la intersección de las calles Eben-Ezer y Pablo Neruda, en el sector El Faro de la Parte Alta de Coquimbo. Lugar donde se botaba diariamente basura y que hoy luce totalmente renovado gracias al trabajo de niños, niñas y vecinos.
“Me parece espectacular la iniciativa. Es interesante que los niños se incorporen, que vengan con ganas a trabajar, y estimularlos de forma positiva para realizar estas acciones”, comentó Angelina Muñoz, una de las dirigentes que estuvo acompañando el proceso de recuperación de este espacio público.
Desde temprano, y gracias al trabajo de la Municipalidad Coquimbo, a través del Departamento de Aseo, Ornato, Parques y Jardines, se comenzó con la limpieza del lugar. Ahí entraron en acción los más pequeños, quienes con entusiasmo crearon un mural preventivo, lo pintaron y procedieron luego a plantar árboles que hermosearán la nueva plaza.
“Los propios niños serán quienes cuidarán estos árboles, mejorando su entorno y sintiéndose orgullosos del lugar en el que viven. Esto demuestra que cuando se trabaja en equipo, tanto entidades de Gobierno, como Municipalidad y autoridades, podemos conseguir cosas tan importantes”, puntualizó la concejala Rosetta Paris.
La intervención nació como una demanda espontánea de los propios vecinos y dirigentes sociales, en un trabajo que se desarrolló también con el apoyo del Programa “Quiero mi Barrio” y la Oficina SENDA Previene.
Para Pablo Munizaga, arquitecto de “Quiero mi Barrio”, la iniciativa debía contar con el apoyo de toda la comunidad y generar un impacto social, y eso se consiguió con creces. “Se está recuperando un bien nacional de uso público que era destinado a un mini basural, que muchas veces limpiamos con los vecinos y después volvíamos a encontrar basura. La idea era hacer un mural donde los niños escogieran un tema que fuera representativo para ellos e intervenir con especies nativas de la zona como la alcaparra y el quillay”, explicó.
Uno de los principales objetivos de la actividad comunitaria era entregar orientación a los vecinos sobre temáticas de prevención del consumo de drogas y alcohol. “Quisimos hacer algo distinto, con los niños de la comunidad recuperar un espacio que estaba sucio, que estaba en muy mal estado. La municipalidad nos colaboró con la cuadrilla de parques y jardines, y pudimos limpiar el lugar, hacer un lindo mural, pintarlo y plantar árboles, que serán apadrinados por los niños y le pondrán un nombre. Queríamos recuperar un espacio que estaba siendo utilizado para consumir alcohol y drogas”, explicó Johana Tapia, coordinadora de SENDA Previene Coquimbo, y quien estuvo acompañada por la Directora Regional de la entidad, Fernanda Alvarado.
La recuperación de este espacio fue una de las actividades centrales de la campaña “Verano Libre de Drogas” que promueve SENDA en la región, la que busca generar instancias de este tipo para prevenir el consumo de sustancias durante la época estival.