A tres semanas de asumir el cargo de Alcalde de la comuna de Coquimbo, Marcelo Pereira Peralta convocó a un Concejo Municipal extraordinario para tratar en extenso lo relativo al proceso de construcción del nuevo edificio municipal, obra que se emplaza en la intersección de Avda Varela con Borgoño.
Debido a sobre costos qua la empresa Sacyr, a cargo de los trabajos, ha pedido le sean cancelados, se acordó crear una Mesa Técnica, integrado por profesionales de la Municipalidad y que tendrá una asesoria especializada de profesionales de la Dirección de Arquitectura, dependiente del MOP, de tal forma de definir la pertinencia de los cobros y si se ajustan a lo que corresponde pagar en función de las obligaciones que establece el tipo de contrato firmado. De acuerdo a la primeras informaciones entregadas al Alcalde por Sacyr, estos sobre costos ascenderían aproximadamente a 5 mil millones de pesos.
Durante la sesión de Concejo efectuada hoy jueves, el equipo de profesionales de la Secretaria Comunal de Planificación, Secplan, ligados al proceso de licitación del proyecto, explicaron diferentes aspectos, desde lo técnico, económico y jurídico. Luego de la exposición y los aportes al debate que hizo la seremi de Obras Públicas, Mirtha Melendez y el director regional de Arquitectura, tanto el Alcalde Pereira como la unanimidad de los integrantes del Concejo concordaron que se hará todo lo posible, dentro del marco legal vigente, para que la empresa Sacyr concluya la construcción del edificio en los plazos establecidos. También se buscará sumar al Gobierno Regional en su rol de mandante, para que participe de las reuniones y decisiones que se adopte.
Para el alcalde de la comuna, Marcelo Pereira, era necesario conocer en profundidad el tema y tomar decisiones oportunas que aseguren que la obra será lo que todos los coquimbanos esperan. “Estamos trabajando con un comité extenso, con excelentes profesionales, no sólo en lo técnico, sino que también en lo jurídico y no existe la mínima posibilidad de que no se termine el edificio consistorial, nuestra prioridad es terminarlo por todos los beneficios que trae y junto a esta Mesa Técnica nos vamos a reunir con Sacyr para llegar a un buen término y que las obras continúen como corresponde”.
Para la seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, hay claridad en ciertas aristas que deben ser respetadas por Sacyr, ya que son de su responsabilidad luego de adjudicarse los trabajos. “Nosotros vamos a apoyar en un cien por ciento al Municipio desde el punto de vista técnico y contractual, porque este contrato fue licitado, aprobado y adjudicado por un sistema a suma alzada, lo que significa que es un paquete y el contratista tiene que asumir todos los riesgos o situaciones a favor, pero distinto es cuando aparecen obras extraordinarias. En 15 días vamos a hacer un informe de auditoría desde el punto de vista técnico contractual, para darle más instrumentos al alcalde y así podernos sentar en una mesa con la empresa”.
El proceso del nuevo edificio se inició en el año 2011, luego que el diseño realizado por la oficina de arquitectura AIA fuera postulado para su financiamiento al Fondo Nacional de Desarrollo Regional, siendo aprobado y cuyo convenio mandato entre el Gobierno Regional y el Municipio de Coquimbo se firmó para la ejecución del proyecto de construcción de un edificio de 15 pisos -3 subterráneos y 12 en altura desde avenida Varela- con un total de 16.640 mts2. Pasados distintos procesos técnicos y administrativos, el 30 de enero de 2014 se suscribió contrato con la empresa Sacyr Chile SA por un monto total de $17.863.883.895, de los cuales el Municipio porteño aportaría $5 mil millones.
Desde su génesis, el proyecto vivió distintas situaciones, entre ellas la aplicación de los decretos supremos 60 y 61 que modifican la normativa sísmica, obligando a realizar en el terreno donde se emplaza el edificio, un sondaje a 30 metros de profundidad, cuyo resultado afectó su clasificación sísmica, cambiando el sistema de fundación; y el terremoto y tsunami del 16 de septiembre de 2015, que retrasó las obras en 124 días. Esta eventualidad más el aumento de obras y otras extraordinarias significó un aumento de plazo de 608 días.
