Municipios, Minvu y CChC trabajarán en líneas base para construir el más importante pulmón verde de la zona en el sector de Quebrada de Peñuelas.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) La Serena entregó en enero de este año un estudio realizado por el socio y arquitecto alemán, Ralph Stintz, donde se daba cuenta de los potenciales existentes en la Quebrada de Peñuelas para el desarrollo urbano conjunto de las comunas de La Serena y Coquimbo, constituyéndose en la primera apuesta con mirada de conurbación. El documento de 38 páginas quedó en manos del intendente Claudio Ibáñez, quien solicitó a sus equipos técnicos poner en valor esta iniciativa.
Y ese llamado surtió efecto, pues en la más reciente reunión CChC – Minvu, se logró el compromiso público – privado para construir el primer parque intercomunal en dicho lugar, que marca el límite entre ambas ciudad, generando un hito urbano nunca antes visto. Con la presencia de los secretarios comunales de planificación de ambos municipios, Carlos Cortés de La Serena y Luis Henríquez de Coquimbo, se estimó que se prepararían las líneas bases bajo el alero de la Comisión de Urbanismo del gremio, permitiendo avanzar en el proyecto para posteriormente postularlo al financiamiento público y hacerlo realidad en los próximos años.
Este esfuerzo tuvo su génesis en el VII Foro Mundial de Urbanismo acaecido el 2014 en Medellín, Colombia, y donde muchos de los actores que estuvieron sentados en la mesa, coincidieron en la necesidad de planificar de manera conjunta el desarrollo del territorio, logrando un paso sustancial para convertirse en la primera área metropolitana del norte del país en la próxima década.
El presidente de CChC La Serena, Martín Bruna, manifestó sobre este proyecto que “es importante trabajar bajo una visión de crecimiento que fortalezca a la conurbación y cuyo objetivo principal no sólo sea cohesionar la trama urbana, sino que proporcionar oportunidades que posicionen a la conurbación como un sector con identidad y respeto por la naturaleza y el medio ambiente”. Bruna agregó que “se busca realzar la riqueza paisajística dando una respuesta al déficit y carencia de espacios públicos y áreas verdes de calidad”.
Para el seremi de Vivienda y Urbanismo, Erwin Miranda, los próximos pasos serán claves agilizar el proceso. “En las próximas reuniones técnicas se verá la concordancia de los Planos Reguladores Comunales en la zona de influencia para ver los proyectos que posee cada municipio. Asimismo, se incorporará a la Corporación Regional de Desarrollo Productivo para que aporte en la línea de base para solicitar los recursos para los estudios”, manifestó la autoridad regional.
En cuanto a los montos, desde Minvu establecen que el estudio de diseño no costaría menos de $200 millones, tomando como referencia las experiencias de la cartera en Cerro Grande, Cendyr y El Culebrón, aunque advierten que esos montos se ajustarán a la definición que haga cada entidad participante.
VISIÓN COMÚN
La postura de ambos municipios es clara: Trabajar de manera unida para potenciar las iniciativas que cada una de ellas tiene en el sector. Carlos Cortés, secplan de La Serena, estimó que el camino trazado era ideal para incluir todas las propuestas. “Con este esfuerzo público – privado no sólo se potencia el parque, sino que las futuras obras se van a analizar y proyectar con una mirada macro, desarrollando así la quebrada bajo un plan integral. Esto permite que el territorio se desarrolle con la participación de todos los involucrados”, sentenció.
Su par de Coquimbo, Luis Henríquez, evidenció que para la comuna que representa existen dos implicancias: Mirada de metrópolis y aprendizaje. “Nos interesa mucho desarrollar la conurbación ante la futura conformación de la metrópolis, por lo que trabajar en un espacio intercomunal como la Quebrada de Peñuelas es muy atractivo, pues se constituirá en el futuro lugar de encuentro público entre ambas ciudades. Además, Coquimbo tiene más quebradas, por lo que aprenderemos a planificar su uso como pulmón verde y así replicarlo en los parques El Culebrón y Quebrada de Las Rosas, que tienen características geomorfológicas similares”, expresó Henríquez.
Entre las obras que se recomiendan en el estudio “Concepto Urbano Quebrada de Peñuelas” del arquitecto Ralph Stintz, están pistas deportivas, ciclovías, recuperación del río, construcción de dos avenidas panorámicas, campos deportivos, lugares de exposición, zonas de picnic, una nueva sede para la junta de vecinos y colectores de aguas lluvias.