Funcionarios de la Delegación Municipal La Antena impartieron clases de zumba y baile entretenido, además de realizar un control médico de rutina.
Alrededor de 80 internas del módulo 83 de la cárcel concesionada de Huachalalume, recibieron al equipo de funcionarios municipales de la Delegación La Antena, para participar de una entretenida actividad, que forma parte del trabajo social que se realiza para su reinserción social.
Zumba, baile entretenido, y exámenes médicos de rutina, formaron parte de las labores realizadas por los funcionarios, contando con una numerosa participación y aceptación por parte de las internas, quienes al ritmo del reggaetón lograron superar las bajas temperaturas de la mañana.
“Nosotros como delegación siempre estamos haciendo actividades que van en beneficio de la comunidad, cubriendo además distintos sectores. Se nos hizo llegar la solicitud y gustosos accedimos de venir al recinto penitenciario, donde las internas necesitan que las acompañen, necesitan más actividades, talleres, como los realizados en esta mañana entretenida”, expuso al respecto el delegado municipal, Jaime Collao.
En relación a ello, Brenda Fredes, quien se encuentra realizando su práctica profesional de Trabajo Social, explicó que “estamos frente a un contexto en el cual el tema de la frustración y el estrés está muy presente, razón por la cuales e hace necesario este tipo de intervenciones, que sirven para fomentar y propiciar estos espacios que tienen en común. Con estas mañanas entretenidas ellas pueden liberar tensiones, compartir juntas momentos positivos y todo aquello que las favorezca para reinsertarse en la sociedad”, señaló la joven quien junto a su compañera, Marjorie Marambio indicó que la recepción de las reclusas fue excelente desde el momento que se les informó de la llegada del equipo municipal.
ABRIENDO PUERTAS
Con atuendo deportivo, la gran mayoría de las internas participó activamente del taller de zumba, mientras que otras prefirieron tomarse la presión o pesarse. Tomando mate y abrigadas algunas con mantas escuchando los distintos estilos musicales, lo cierto es todas las reclusas agradecieron las horas de esparcimiento brindadas.
“Es una súper buena idea ya que nos recreamos, nos permite salir de la rutina, nos sirve para la mente, ojalá que sigan abriendo este tipo de puertas y tengamos la posibilidad de realizar estas actividades más seguido”, indicó Ana Rivera, quien dividió el tiempo otorgado en hacer ejercicio y realizarse el chequeo médico.
Por su parte, Irma Dauvergne disfrutaba cada minuto bailando y haciendo ejercicio. “Estamos muy contentas de haber podido participar en esta intervención, al igual que mis compañeras damos gracias a dios por abrir las puertas de este centro, él está con nosotras y nos está ayudando, porque hacer estas cosas nos saca de los chismes, las peleas, nos baja de revoluciones”, enfatizó.