El descubrimiento de la existencia de las ondas gravitacionales sirve para profundizar en la Teoría de la Relatividad General de Einstein y abre nuevos horizontes para los físicos, considera un investigador.
Científicos del proyecto LIGO han confirmado este jueves la existencia de las ondas gravitacionales por primera vez en la historia, un hallazgo que a su vez ratifica la existencia de los agujeros negros en el espacio.
Los físicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Colaboración Científica de LIGO (LSC) y otros se han reunido este jueves en la Fundación Nacional para la Ciencia para informar a los medios sobre el hallazgo.
César Briceño, astrónomo del Observatorio Interamericano de Cerro Tololo (CTIO), señala “Este es uno de los mayores descubrimientos científicos. Esto confirma la Teoría de la Relatividad General, a 100 años de su formulación por uno de los mayores genios que ha producido la humanidad. Este es una de las mejores muestras de lo que el talento y la cooperación humana pueden lograr. Finalmente, el anuncio de hoy confirma, además, la existencia de agujeros negros en un sistema binario y que la fusión de ambos agujeros en tales sistemas es un fenómeno que realmente ocurre”. afirma.
100 años de búsqueda
En 1916 Albert Einstein hizo pública su Teoría General de la Relatividad, en la que predijo la ondulación que comprime y estira el espacio-tiempo, generada por eventos tan extremos como explosiones de estrellas o choques de agujeros negros.
Desde entonces los científicos se devanaron los sesos buscándolas. Su ansiedad se manifestó en varias ocasiones, la última en marzo de 2014, cuando varios especialistas habían anunciado su detección, pero se trató de falsas alarmas
¿Qué genera estas ondas?
Las ondas gravitacionales se asemejan al efecto que se produce en una cama elástica cuando algo cae sobre ella. Cuanto más grande es el objeto, más ondulación producen. Por ejemplo, en nuestro sistema solar las ondas gravitacionales más fuertes son aquellas que se deben a los movimientos del Sol y Jupíter.
En teoría la perturbación gravitacional es producida por materia que se mueve con aceleración variable. Las ondas más fuertes deben ser producidas o por colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas, como dos galaxias, o por dos objetos de menor masa pero con aceleración enorme, como la fusión de estrellas de neutrones.
Las ondas más fuertes son producidas o por la colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas (como en el caso de dos galaxias) o por dos objetos de menor masa pero con una enorme aceleración, como cuando se produce la fusión de estrellas de neutrones.
Por ejemplo, desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva, lo que justamente fue detectado por el LIGO.
¿Y ahora?
Este descubrimiento constituirá a partir de ahora una ayuda en la investigación del universo merced a la asistencia de este nuevo instrumento, ha afirmado este jueves uno de los participantes de este proyecto, Mijaíl Gorodetski, jefe del departamento de Coherencia Microóptica y Radiofotónica del Centro ruso de Cuántica (RQC, por sus siglas en inglés).
“Estamos ante una nueva era, la era de las ondas gravitacionales en la astronomía, algo equiparable a la llegada de los telescopios y la radioastronomía”, ha asegurado Gorodetski.
“Es un descubrimiento que por primera vez confirma y ahonda en la Teoría de la Relatividad General de Einstein, al abrir nuevos horizontes para la creación de nuevas teorías sobre la realidad cuántica y, posiblemente, nuevas sobre la gran unificación, que describe todos los tipos de interacción física en términos y ecuaciones únicas”, ha explicado el investigador ruso.
Fuente: RT.