La Corte Suprema condenó al Servicio de Salud de Coquimbo a pagar una indemnización de $ 200.000.000 (doscientos millones de pesos) a los padres de una joven de 16 años que murió en febrero de 2009 por la mala atención en el Hospital de Ovalle.
En fallo dividido, la Tercera Sala del máximo tribunal integrada por los ministros Pedro Pierry, Rosa Egnem, María Eugenia Sandoval y los abogados integrantes Jean Pierre Matus y Arturo Prado determinaron que el Servicio de Salud es responsable por la muerte de Fernanda Castillo Robles.
La sentencia determina que el servicio es responsable por el daño moral provocado a Neftali Castillo Vásquez y Rosa Robles Carvajal, por la muerte de su hija, quien recibió una excesiva administración de anestesia en la atención de su parto. Además, el uso excesivo del elemento causó graves daños neurológicos al hijo de la joven.
El Hospital ya suma otro caso con resultado de muerte.
En noviembre del 2013 otro caso conmocionó a la población limarina, esta vez se trataba de Mario González, quien falleció producto de un error del paramédico que lo atendía.
Mario González se encontraba en proceso de recibir el alta debido a un accidente cardiovascular, cuando le recetaron una dosis de cloruro de sodio, usada para hidratar a los pacientes. El problema se suscitó cuando el paramédico procedió a inyectar cloruro de potasio en vez de cloruro de sodio al paciente, causándole una muerte casi inmediata.
El cloruro de potasio es utilizado en las inyecciones letales que se aplican en Estado Unidos para ejecutar a los condenados.
