La inseguridad no da tregua en el sector costero. En menos de una semana, familias de Mendoza y San Juan han sufrido el robo de sus vehículos y millonarias sumas de dinero, pese a encontrarse en recintos con seguridad privada.
Lo que debían ser vacaciones de descanso y reactivación económica para la zona, se están transformando en una pesadilla para los visitantes trasandinos. La capital regional enfrenta una preocupante escalada de delitos que tiene como blanco principal a los turistas argentinos, quienes denuncian una vulnerabilidad extrema ante bandas organizadas que operan a plena luz del día en la Avenida del Mar.
El “modus operandi”: Precisión y rapidez
El caso más reciente afectó este viernes a una familia mendocina. Mientras realizaban compras en un local de la zona de playa, tres sujetos interceptaron su camioneta Toyota gris (patente AF946SU). En una acción coordinada que quedó grabada por transeúntes, uno de los delincuentes actuó como “campana” mientras los otros rompieron la ventanilla trasera, logrando sustraer el vehículo en cuestión de segundos ante la mirada atónita de testigos.
Este hecho se suma al dramático testimonio de una familia sanjuanina hospedada en el Condominio Mirador del Faro. A pesar de ser un recinto cerrado con guardias y cámaras, delincuentes saltaron la reja perimetral y, en apenas cinco minutos, vulneraron el traba volante y los fusibles de su camioneta para escapar rompiendo el portón principal.
“Todo fue muy raro. El vehículo no se veía desde la calle por una ligustrina; parece que alguien dio el aviso de que éramos argentinos”, relataron los afectados a medios de su provincia, tras perder no solo su medio de transporte, sino también 3.500 dólares en efectivo y su documentación.
Bandas especializadas tras el flujo turístico
La alcaldesa de La Serena, Daniela Norambuena, reconoció la gravedad de la situación y vinculó estos delitos a bandas especializadas que se desplazan por el territorio siguiendo el flujo de visitantes.
“Estamos reforzando la presencia municipal con patrullajes operativos las 24 horas y tecnología de vigilancia en puntos estratégicos de la Avenida del Mar”, señaló la autoridad, buscando dar una señal de tranquilidad ante un fenómeno que amenaza con ahuyentar al turismo extranjero, pilar de la economía local en verano.
Sospechas y zonas grises
La recurrencia de estos robos en complejos que prometen “seguridad privada” ha encendido las alarmas sobre posibles nexos o falta de rigurosidad en los protocolos de vigilancia. Carabineros de Chile ya se encuentra realizando los peritajes de las cámaras de seguridad para dar con el paradero de los vehículos, los cuales suelen ser sacados rápidamente de la región o desmantelados.
Por ahora, la recomendación de las autoridades a los visitantes es extremar las precauciones, no dejar objetos de valor ni dinero en efectivo dentro de los habitáculos y denunciar de inmediato cualquier movimiento sospechoso en los estacionamientos del borde costero.
Poca efectividad del nuevo Ministerio de Seguridad Pública
A pesar que hace poco tiempo atrás se creó el Ministerio de Seguridad Pública, que buscaba frenar este y otro tipo de delitos en el país, los hechos delictuales se siguen manteniendo y afectando principalmente a familias provenientes desde Argentina, quienes llegan a la zona para tomar un merecido descanso y disfrutar de las playas de La Serena y Coquimbo.
