En una manifestación frente al Colegio Víctor Domingo Silva, Camila Reyes, presidenta del Centro General de Padres y Apoderados, expresó el descontento de la comunidad educativa hacia la dirección del colegio. Los apoderados exigen la renuncia de la directora debido a su manejo ineficiente de casos críticos, incluyendo bullying y amenazas.
Reyes explicó que la situación actual es el resultado de un prolongado desapego por parte de la dirección hacia las problemáticas que afectan al colegio. “Llevamos todo el año exponiendo que la situación no está como corresponde”, declaró, quien también mencionó que el colegio solía ser reconocido por su excelente convivencia escolar y resultados destacados en la región.
El punto de quiebre para los apoderados fue la respuesta del colegio a una reciente amenaza de muerte. Según Reyes, la dirección emitió un comunicado engañoso, indicando que el incidente ocurrió en abril, cuando en realidad fueron dos eventos distintos: uno en abril relacionado con el porte de un arma blanca y otro la semana pasada, que involucró amenazas directas a estudiantes y funcionarios con un arma de fuego y que estaría programado para este viernes 25 de julio.
Los apoderados esperaban que la dirección tomara medidas inmediatas, incluyendo la denuncia al Ministerio Público dentro de las 24 horas, como lo establece el reglamento interno. Sin embargo, hasta la fecha, indican que no se ha realizado ninguna denuncia formal ante el Ministerio Público, la Superintendencia, ni la PDI.
“Esto demuestra una clara desconexión con la realidad que vivimos en la educación actualmente”, afirmó Reyes. La falta de transparencia y acción por parte de la directora ha llevado a los apoderados a perder la confianza en su capacidad para gestionar el colegio de manera efectiva.
La comunidad educativa exige no solo la renuncia de la directora, sino también una gestión más transparente y eficiente que garantice la seguridad y el bienestar de todos los estudiantes. “Si la directora hubiera informado y actuado como corresponde, no hubiésemos llegado a este punto”, concluyó.
Visión de los apoderados
M. Carrasco., apoderada del Colegio Víctor Domingo Silva, señaló que en años anteriores, el colegio funcionaba como una familia, donde los problemas se abordaban con la participación activa de los apoderados. Sin embargo, este año la situación ha cambiado drásticamente. “Nos han excluido completamente. Ni siquiera nos dejan entrar al colegio,” declaró. Esta falta de acceso y comunicación se ha visto agravada por incidentes recientes que han puesto en riesgo la seguridad de los estudiantes.
Uno de los incidentes más alarmantes fue la amenaza de un alumno de segundo medio contra otros estudiantes y funcionarios del colegio. “El colegio hizo caso omiso de lo que pasó el jueves,” afirmó Carrasco, destacando la falta de acción por parte de la dirección.
Además, Carrasco compartió una experiencia personal en la que su hija pudo haber sido víctima de un posible abuso por parte de un estudiante de un curso mayor. A pesar de la gravedad de la situación, indicó que la directora se negó a atender el caso de inmediato, programando una cita para una semana después.
Nicole C., otra apoderada del colegio, se sumó a las denuncias, señalando que la falta de transparencia y acción por parte de la dirección ha dejado a los estudiantes en una situación de vulnerabilidad. “Nosotros estamos exigiendo que las cosas sean transparentadas,” declaró. “En una reunión de curso, los apoderados se enteraron de una situación en la que un estudiante había hecho amenazas violentas y había sido suspendido por cuatro días. Sin embargo, los protocolos de seguridad no fueron activados, y los apoderados no fueron informados adecuadamente”.
Nicole también denunció casos de ciberbullying y venta de drogas dentro del colegio, señalando que la convivencia escolar está siendo manejada de manera inadecuada. “La convivencia escolar está tomando las cosas y las está tirando debajo del tapete,” declaró. Su hijo, que tiene autismo, ha sido víctima de ciberbullying, lo que ha llevado a crisis y a la necesidad de atención médica constante. “Mi hijo no quiere venir al colegio,” dijo, destacando el impacto emocional y económico que estas situaciones tienen en las familias.
Los apoderados exigen un cambio en la gestión del colegio, señalando que la falta de acción y transparencia ha llevado a una pérdida de confianza en la dirección. “Si alguien no está haciendo algo bien en su trabajo, a ti te echan,” declaró la apoderada, cuestionando por qué la directora sigue en su cargo a pesar de las múltiples denuncias. “No es algo en contra de la directora, es la gestión, su trabajo, el que la tiene aquí hoy día en la palestra,” añadió.
La situación en el Colegio Víctor Domingo Silva refleja una problemática más amplia, lo que ha llevado a los apoderados a reunirse y buscar soluciones para garantizar la seguridad y el bienestar de sus hijos.
La manifestaciones continuarán mientras los apoderados buscan respuestas y acciones concretas de las autoridades educativas.
