El profesor fue homenajeado por 40 de sus exalumnos y exalumnas, quienes interpretaron sus obras y arreglos en dos instancias únicas. A sus 90 años, el destacado director y compositor recibió el cariño y reconocimiento de generaciones que crecieron bajo su enseñanza, reafirmando su legado en la música coral de la región.
Pocas personas tienen el privilegio de recibir un homenaje en vida, especialmente cuando este proviene de varias generaciones de alumnos y alumnas que contribuyeron a la vida coral de la ciudad de La Serena. Este es el caso del maestro Eduardo Enrique Gajardo, quien fue celebrado con un emotivo tributo por 40 cantantes profesionales, todos exalumnos y exalumnas, que se reunieron en el Teatro Municipal de La Serena los días jueves 7 y viernes 8 de noviembre.
Los conciertos, organizados por la Fundación Sociedad Bach La Serena, fueron una ocasión especial no solo para festejar la trayectoria del maestro, quien este año cumple 90 años, sino también para honrar su innegable contribución al desarrollo coral. Además, este evento reflejó la misión de la Fundación de entregar a la comunidad espectáculos de alto nivel e impacto artístico, y de acercar el arte a los habitantes de la ciudad.
UN MOMENTO ÚNICO
Para el maestro, el homenaje fue un tanto sorpresa. Aunque conocía algunos detalles de los conciertos, no imaginaba la emotividad de la ocasión. Uno a uno, vio como sus exalumnos y exalumnas subían al escenario para interpretar obras y arreglos de su autoría. La destacada trayectoria de Eduardo Gajardo como director, compositor y pedagogo se plasmó en un concierto coral que dio vida a piezas icónicas como ‘Tonada Coral’, ‘Tu pañuelito’y‘Gracias a la vida’, interpretadas por un coro que representaba décadas de enseñanza y aprendizaje compartido.
Al concluir el concierto, el coro fue ovacionado por el público, pero las miradas y los aplausos se centraron en el maestro. Conmovido, subió al escenario para expresar su agradecimiento. “Este momento es único, lleno de emociones y grandes recuerdos de tantas vivencias compartidas. Aunque no logro recordar todos los nombres, veo muchos rostros familiares que han estado siempre cantando en mi alma. Nunca había sentido una dicha como esta, rodeado de caras conocidas y desconocidas. Gracias a cada uno por la música y por lo que hacen”, expresó el maestro, antes de bajar del escenario y dedicar un momento a felicitar personalmente a sus exalumnos y exalumnas.
EL LEGADO DE UN FORMADOR
Carmen Zamora, presidenta de la Fundación Sociedad Bach y organizadora del evento, compartió su satisfacción al concretar este homenaje en vida a quien considera un “formador de formadores”. “Nos llena de felicidad y satisfacción haber logrado este reconocimiento en vida al maestro Eduardo Gajardo, formador de generaciones en el canto y la dirección coral. A través de la Fundación Sociedad Bach La Serena, hemos cumplido con un homenaje merecido y necesario, y nos enorgullece la calidad del trabajo realizado, que demuestra la huella que el maestro ha dejado en La Serena y en el país”, manifestó.
LA MAGIA DEL CORO DEL REENCUENTRO
Los conciertos fueron un esfuerzo colaborativo. En solo diez ensayos realizados en el Teatro Centenario, los 40 cantantes profesionales, todos egresados de la Universidad de La Serena, prepararon un evento único bajo la dirección de Danilo Mundaca y Alejandra Gajardo, hija del maestro. Finalmente, fue Eduardo Gajardo Schmidlin, hijo del homenajeado, quien tuvo el honor de dirigir el “Coro del Reencuentro”.
“Es una sensación muy especial. No solo es el homenaje a mi padre, sino también al profesor, al gestor de estos cantantes que hoy subieron al escenario. Generaciones que comparten esa enseñanza de una forma fantástica. Es un coro que cualquier director quisiera dirigir. Ojalá este coro pueda perdurar en el tiempo. Las sensaciones son inmejorables. He dirigido muchos conciertos en mi vida, pero la emoción de hoy es imborrable”, comentó Eduardo Gajardo Schmidlin, quien destacó la conexión emocional que este homenaje tuvo para su padre.
“En otras ocasiones, él (Eduardo E. Gajardo) vivía los aplausos desde el escenario, donde estos son gratificantes porque premian el trabajo. Hoy, sin embargo, los vivió hacia la gente que formó, viendo su obra reflejada en cada persona que interpretó su música y en su hijo, que ahora es director. Las emociones deben haber sido muy distintas”, concluyó.
Un evento de calidad
Los asistentes a ambos conciertos expresaron su gratitud por la oportunidad de homenajear en vida al maestro y el esfuerzo de la Fundación por ofrecer espectáculos de calidad. Teresa Cortés (84), quien fue parte del coro dirigido por el maestro, comentó que “es un renacer”. “Esto lo necesitamos desde hace mucho, porque todo esto se apagó, pero en su época fue una labor hermosa. Estoy muy contenta y espero que esto siga fluyendo, porque La Serena es una ciudad culta”, afirmó.
María Angélica Díaz, quien asistió junto a su madre Eliana Barraza, también agradeció la oportunidad de participar. “Asistimos por la invitación de una de las cantantes del coro, quien me contó cómo era el maestro. Fue muy emocionante, especialmente porque se unieron personas que ahora hacen cosas completamente diferentes y que solo se reunieron para homenajear a su maestro”, explicó.
Por su parte Verónica Guajardo comentó, “me pareció maravilloso que aquí en La Serena se hagan espectáculos de esta naturaleza”, mientras que Jorge Rojas añadió que “da gusto conocer al maestro en vida; agradezco que se realicen estas instancias culturales”.