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Familias de acogida de La Serena reparan y resignifican experiencias de niños en contexto de vulnerabilidad

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Lo hacen a través del programa FAE ADRA La Serena, que recluta y acompaña a las familias durante el proceso.

Hace tres años, Claudia Osorio y Alfonso Rojas, una pareja de La Serena, tuvieron una conversación que les cambió la vida. Luego de conocer algunos casos de vulneración de niños y niñas que ocurrían al interior de hospitales del norte de Chile, decidieron dejar de ser espectadores y pasar a la acción.

“Muchos pequeños eran abandonados y, en consecuencia, llegaban a residenciales o programas de gobierno en donde, a veces, no terminaban bien, entonces decidimos convertirnos en familia de acogida” recuerda Alfonso, quien es contador y dicta cursos de capacitación para quienes aspiran a trabajar en los bancos de la región de Coquimbo.

En el camino conocieron la labor de ADRA, agencia de ayuda humanitaria que trabaja en emergencias a lo largo del país y también entrega apoyo, orientación y ayuda desde el área de infancia a niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos, y también a sus familias.

En esa organización, postularon al programa FAE ADRA La Serena que, entre otras cosas, recluta y acompaña a familias de acogida “Es una labor hermosa y al mismo tiempo difícil que asumen voluntariamente quienes deciden cuidar a un niño que no es su hijo/a, de manera temporal a propósito de una medida de protección” explica Pablo Vallejos González, director del programa.

“Ya hemos acogido a 5 niños, llega uno y se va el otro, pero el primero fue muy especial” cuenta Alfonso. En la actualidad, albergan en su casa a una bebé de 9 meses, quien fue dejada en el hospital con apenas 20 días “En la práctica es ser mamá como lo he sido con mis hijos” dice Claudia “Soy apoderada, soy cuidadora, soy todo” asegura

“Uno siente la alegría de ver que un niño que la estaba pasando mal ahora duerme tranquilo, juega en paz, elimina temores, y puede vivir feliz” valora la madre de acogida “No es necesario tener mucho dinero o competencias exclusivas, lo que se necesita es querer ayudar, es querer tener una mejor sociedad” subraya.

“Pueden postular al programa personas solteras o parejas sin importar si están casadas o no, siempre y cuando tengan disponibilidad de tiempo para la crianza, un espacio físico para albergar y la capacidad económica para hacerse cargo de las necesidades de los niños” explica Vallejos.

Sebastián es el hijo menor de Claudia y Alfonso. Tiene 14 años, cursa el 8vo básico, y ha desarrollado un gusto por dibujar. “Me provoca felicidad y orgullo que mis padres hayan decidido ser familia de acogida porque cuidar un niño siempre es una aventura” dice.

“Me siento en el papel de hermano mayor porque cuido y protejo a la bebé cada día que pasa con nosotros” agrega Sebastián, quien en el futuro desea seguir en el programa FAE ADRA La Serena y convertirse en padre de acogida. “Sentir que mi hijo se ha acercado a esta nueva idea, a esta forma de dar cariño, nos unió más como familia” cuenta Alfonso.

Familias

Las familias, y el niño, niña y/o adolescente cuentan con apoyo antes, durante y después del proceso de acogida “Brindamos atenciones con psicólogos y trabajadores sociales, de carácter semanal, para que los niños puedan resignificar sus experiencias, es decir que podamos trabajar las consecuencias que puedan tener a propósito de las situaciones de vulneración que han vivido” explica Vallejos.

“Es un camino que uno no vive solo, nosotros tenemos a FAE ADRA La Serena quien nos respalda. Ellos están constantemente en contacto, velando por lo que necesitamos nosotros y el pequeño” explica Claudia Osorio.

“La evidencia científica nos muestra cómo el cuidado exclusivo de las familias de acogida genera un impacto en el desarrollo cognitivo emocional y físico (…) Un adulto puede destruir la vida de un niño, pero también un adulto puede repararla, y las familias de acogida son las llamadas para hacer ese proceso de reparar y resignificar sus experiencias”. 

Las familias interesadas en participar en el programa FAE pueden postular en las oficinas de ADRA o a través de la web adra.cl, luego se agenda un espacio de entrevista, a continuación, se realiza una evaluación que dura aproximadamente 2 meses, y finalmente se declara si está o no en condiciones de acoger.

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