Los productores de papaya de la región de Coquimbo están trabajando en la elaboración de un reglamento de uso y control, un paso crucial para solicitar el sello de origen ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI). Este sello busca diferenciar y valorizar la producción de papaya de la región, destacando su calidad y tradición.
El territorio propuesto para la solicitud del sello de origen abarca desde La Higuera hasta Canela y desde la altura del embalse Puclaro hacia la costa. Este reglamento de uso y control actuará como una hoja de ruta que definirá tanto el territorio como las características de la fruta que podrá optar a esta distinción, así como el ente administrativo a cargo del sello.
“Se está definiendo cómo va a operar el sello de origen”, explicó Verónica Arancibia, subdirectora de I+D del Centro Regional de Investigación INIA Intihuasi y directora del proyecto “Investigación de la valorización del papayo, un cultivo con identidad”.
Considerando la experiencia previa de INIA en materia de sellos de origen, los profesionales de la institución están asesorando a los productores en la definición de esta normativa.
“Nosotros solamente damos algunas herramientas y consejos, de acuerdo a experiencias previas, pero son ellos quienes van a definir cómo van a administrar este sello de origen. Están definiendo el territorio, las condiciones de la fruta que se va a certificar, quiénes pueden certificarse y quién va a administrar este sello de origen”, indicó Arancibia.
Víctor Slomp, productor de papaya del sector de San Ramón, quien participó en la última reunión sobre el reglamento, destacó la importancia del proyecto para los productores, especialmente en un contexto de sequía y avance urbano. “Es excelente, así se valora la papaya, no solo para uno, sino para todos los productores pequeños y jardines familiares. Hay mucha gente que vive con pequeñas producciones, hay que perseverar”, señaló Slomp.
Una vez definido el reglamento de uso y control y terminadas las evaluaciones de las características físicas y funcionales de la fruta en una tercera temporada, los productores podrán proceder a solicitar el sello ante INAPI. Esta certificación tiene grandes posibilidades de ser aprobada, según Angélica Salvatierra, quien asesora el proyecto.
Verónica Arancibia puntualizó que el sello de origen “es un elemento que permite diferenciar la producción de la región de Coquimbo con respecto a otras zonas de producción, permite dar valor a la producción y el reconocimiento del territorio como productor de papayas de calidad, las cuales año a año podrán optar a la certificación”.
Christian Álvarez, seremi de agricultura de la Región de Coquimbo, destacó el compromiso y motivación de los productores de papaya en la obtención del sello de origen. “Para obtener un sello de origen que entregue el reconocimiento que merece a la papaya cultivada en la zona, es de vital importancia que los mismos productores se coordinen. Con este proyecto vemos cómo en cada reunión de trabajo las y los productores participan y entregan su visión sobre el cultivo”, concluyó Álvarez.
La comunidad de productores de papaya en la región de Coquimbo espera con optimismo la aprobación del sello de origen, que no solo valorizará su producto, sino que también fortalecerá la identidad y tradición de la zona.
