Su hijo Ernesto, estuvo presente en la actividad, quien viajó desde Buenos Aires, Argentina, para recordar a sus padres.
El 08 de diciembre de 1973, Ernesto Lejderman Ávalos, de apenas dos años presenció como una patrulla de militares asesinaba a sus jóvenes padres, Bernardo y Rosario, en los cerros de la localidad de Gualliguaica.
A 50 años de ese trágico hecho se levantó un monolito y un mural que recuerda a este matrimonio argentino-mexicano, el que fue inaugurado con la presencia de Ernesto, quien viajó desde Buenos Aires a este homenaje local a sus padres.
Este simbólico hecho, que tenía compromiso por parte del alcalde Rafael Vera Castillo desde el año 2013, contó la presencia de esta autoridad edilicia junto a Anita Merino, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, la jefa regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Tarcila Piña y la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, María Fernanda Glaser Danton.
En la oportunidad Ernesto Lejderman Ávalos recordó el compromiso que hizo el alcalde hace 10 años.
“El alcalde cumplió en realizar un acto en la plaza, donde se desplegó un mural y un monolito que realmente a mí y a toda mi familia, nos entrega mucha fuerza y muchas ganas de seguir luchando por la memoria, la verdad y la justicia, puesto que es un compromiso de familia que asumí en forma personal. De verdad que me regreso conmovido, y si bien con la tristeza que me acompaña siempre, también lo hago con la alegría de haber compartido con muchas personas que quisieron a mis padres y que me acompañan siempre”.
En este sentido, el alcalde de Vicuña, Rafael Vera Castillo, resaltó la importancia de recordar y dejar de manifiesto lo que ocurrió en nuestro país y también en nuestra comuna.
“Ambos fueron queridos por la comunidad y un golpe militar brutal entendió que las personas que pensaban diferente tenían que ser asesinadas. Fueron perseguidos y logró salvar su niño que tenía dos años. Y precisamente Ernesto siempre ha estado reviviendo esta experiencia, no con odio, sino con el compromiso de que la historia de sus padres sea conocida y que la comunidad entienda que lo que se busca no es sanar las heridas, que ya están, pero sí contar estas historias para que nunca más ocurran en nuestro país”.
En la oportunidad se inauguró un mural y un monolito en su recuerdo, además se plantaron dos árboles en honor a Bernardo Lejderman y Rosario Ávalos, los que fueron donados por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Uno más, de los miles de dramas y dolores que, el golpe de estado y la posterior dictadura criminal golpeó al pueblo chileno, a lo largo y ancho de nuestra patria… Memoria, Verdad y Justicia, para que nunca más en Chile….