La actividad tuvo por objetivo rescatar y poner en valor el patrimonio tangible, intangible y natural de la comuna elquina.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ha definido a este último como el conjunto determinado de bienes tangibles, intangibles y naturales que forman parte de prácticas sociales, a las que se les atribuyen valores a ser transmitidos, y luego resignificados, de una época a otra, o de una generación a las siguientes.
En ese sentido, la comuna de Vicuña cuenta con un notable caudal de recursos que es importante conocer, entender y visibilizar. Parte del patrimonio tangible, intangible y natural de la comuna elquina son por ejemplo: La Torre Bauer, las artesanas de Chapilca, o los relatos de los pueblos inundados por el Embalse Puclaro.
Para poner en valor dichos bienes, y darlos a conocer a la comunidad (y a los turistas que lleguen a la comuna), la Corporación Municipal de Turismo de Vicuña realizó en el Microcine de la Casa de la Cultura un Seminario de Turismo Patrimonial dirigido a sus cerca de 140 socios inscritos.
“El objetivo es vivenciar y comprender el patrimonio cultural y la actividad creativa de esta comunidad, con los elementos distintivos que la caracterizan como a su vez sus cascos históricos como temáticas patrimoniales”, explicó el Gerente de la Corporación Municipal de Turismo de Vicuña Cristian Sáez Cariz.
Participaron de las ponencias Francisco Sambrano (Identidad a flote: Relatos de los pueblos inundados por el Embalse Puclaro), Paloma Álvarez (Artesanas de Chapilca como actrices de la cultura y el patrimonio), Carolina Henríquez (Puesta en valor de los saberes de la partería ancestral del Valle de Elqui), Cristian Caradeuc (El huerto familiar Elquino, Memoria, Identidad, y paisaje biocultural del Valle de Elqui), y Juan Pinto (Patrimonio cultural material, Restauración Torre Bauer y puesta en valor del casco histórico de Vicuña).
En relación a este último caso, el Director de Obras Municipales Juan Pinto indicó que “las obras de remodelación en la Torre Bauer tendrán un impacto a nivel turístico porque la gente va a poder entrar, conocer el cabildo, permanecer en su interior, y por medio de guías conocer la historia de la estructura y su relación con la ciudad, que es lo más importante”.
Tras las exposiciones, que se extendieron entre las 10 hs y las 13 hs, se realizó un panel de conversación y discusión, y un coffee para los asistentes “Fue muy bueno, concreto, con muchos valores humanos – empatía, paciencia, gratitud, humildad, responsabilidad, confianza – junto al pueblo y sus herencias, y la idea de permanencia de todos estos atributos para que no se pierdan” valoró Montserrat Díaz, socia de Café Isidora.