El verano es la temporada del año más esperada por la gran mayoría. Escuelas y jardines infantiles entran en receso, por lo que niños y niñas tienen más tiempo para estar en casa, salir a otros lugares y relajarse en ciertos hábitos diarios, como también estar expuestos a situaciones que pueden afectar su salud y bienestar integral.
Desde la dirección regional de la Junta Nacional de Jardín Infantiles (JUNJI), profesionales de distintas disciplinas entregan recomendaciones a las familias para cuidar y promover en los niños y las niñas estilos de vida saludable, acorde a las distintas etapas de desarrollo.
NUTRICIÓN
Pedro Ríos Muñoz, nutricionista de profesión y asesor técnico de la Subdirección de Calidad Educativa de JUNJI Coquimbo, señala que “en los menores de 4 años se sugiere que puedan consumir alimentos con un rango de tiempo de aprox. 3 horas mínimo. Este tiempo asegura un buen proceso digestivo para la alimentación ingerida (vaciamiento gástrico) y al mismo tiempo estimula el apetito para la próxima comida”.
Como sugerencia se puede indicar a los padres aprovechar todos los alimentos de consumo habitual, pero de preferencia aquellos de la temporada. En ese sentido se sugiere indicar un alto consumo de verduras de todo tipo, como ensaladas con verduras de preferencia crudas para aprovechar la acción de las vitaminas y minerales que contienen y que muchas veces se pierde a causa de la cocción o exposición a la luz.
Del mismo modo, se sugiere aprovechar la oferta de frutas estivales que no son habituales en otros períodos, como la sandía, melón, kiwi, piña, uvas, cerezas, duraznos, ciruelas, frutillas, entre otras.
Como sugerencia general, se considera estimular el consumo de lácteos y jugos de fruta natural (con poca azúcar o sin azúcar mejor aún) en horarios de desayuno/onces con una cantidad moderada de cereales y/o pan.
De preferencia en esta época se deben privilegiar las actividades al aire libre, en contacto con el ambiente natural. Actividades que inviten a los niños y niñas a tener una permanente actividad física.
JUEGO Y RECREACIÓN
De acuerdo a lo que señala la educadora de párvulos y asesora técnica de la Subdirección de Calidad Educativa de JUNJI, Ingrid Cisternas Alfaro, el juego es una herramienta natural que permite a niños y niñas explorar y conocer el mundo; especialmente promueve el desarrollo de la creatividad, la imaginación y la confianza en sí mismos.
“Al jugar, los niños no realizan un acto improductivo, al contrario, el juego desempeña un papel importante en el desarrollo del cerebro, especialmente en la primera infancia y durante las vacaciones pueden desarrollar nuevos aprendizajes de manera entretenida y lúdica”.
En ese sentido la educadora invita a las familias a intencionar “tiempo libre de calidad”, ofreciendo a niñas y niños realizar en conjunto actividades lúdicas, desafiantes y pertinentes a cada realidad.
“el tiempo libre, no se debe confundir con “tiempo perdido”, por lo tanto, se sugiere desarrollar varios panoramas y opciones de juego como; visitar nuevos lugares, interacciones sociales con familiares, contacto con la naturaleza, juego de mesas, realizar actividades domésticas (cocina entretenida), bailar, cantar, realizar actividad física, etc.”, destaca.
AMBIENTES BIEN TRATANTES
Desde la oficina de buen trato de JUNJI, la psicología y abogada, Rita Carpanchai Colquillo, junto a la trabajadora social, Alexandra Laity Ponce, abordan el descanso de verano como un derecho que se establece en la convención internacional de los derechos de niños y niñas, debido a que durante este período de tiempo igualmente se propicia el desarrollo personal y social.
Asimismo, argumentan que es importante que los juegos que se realicen en casa como al aire libre y los juguetes que se entreguen, fomenten la igualdad, sean seguros y apropiados, por lo tanto, proponen a las familias realizar actividades que promuevan ambientes bien tratantes y lúdicos, de acuerdo a la edad de cada niño y niña.
De 0-1 año
Los recién nacidos disfrutan escuchando la voz de su madre, les gusta la música, el canto, los objetos con sonidos agradables, así como los de colores fuertes y brillantes que se mueven.
A partir de los 3 meses en adelante un lugar ideal para que desarrollen el juego es en una colchoneta en el piso con juguetes seguros. A los 6 meses se les pueden proporcionar juguetes adecuados y seguros, como pelotas, muñecos de texturas suaves y blandas, juguetes musicales que puedan hacer funcionar de manera sencilla.
El contacto físico es importante en todo momento: cosquillas, hacer sonidos de animales, jugar con sus manos, dedos, piernas o brazos, leer cuentos empleando distintas voces o jugar con títeres.
De 1 a 2 años
Al final del primer año comienzan el juego con otras personas. Entre el año y el año y medio son muy activos. Se recomienda usar juegos de armado, como los rompecabezas, libros de colores brillantes, que tengan texturas y puedan ser seguros ya que tienden a llevarlos a la boca y a tirarlos. También disponer de tiempo libre para dedicar a la lectura es muy positivo para los niños y niñas de esta edad.
De 3 a 4 años
En esta etapa los niños y niñas incorporan muñecos y animales, imitan tareas de los más grandes y las del hogar. Les interesan los libros con imágenes de niños en situaciones familiares o con figuras de animales. Asimismo, disfrutan con historias cortas y les encanta que se las repitan muchas veces. Leer en familia es una actividad saludable y leer en voz alta a los niños mejora su desarrollo y fortalecerá vínculos afectivos.
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