Recientemente, la actriz Loreto Aravena compartió a través de redes sociales un impactante registro de su lesión tras picadura de una araña de rincón.
Tal vez el calor la despierta o es el hambre, pero la araña de rincón (Loxosceles laeta) comienza a aparecer más durante la época de calor.
Es muy importante reconocer la mordedura de una araña y tomar las medidas correspondientes, explica Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.
La araña del rincón habita en casi todo nuestro país y se encuentra en aproximadamente un 41 % de las viviendas urbanas y en un 25 % de las viviendas rurales. Es pequeña, de aproximadamente un centímetro de largo de cuerpo y 1,5 cm. de largo de sus patas, alcanzando con éstas extendidas hasta 4,5 cm. Es de color pardo, su tórax suele ser más claro que el abdomen y en forma de violín, las patas son más claras, su abdomen es amarillo o amarillo verdoso con aspecto aceitunado. A diferencia de otras arañas tiene solamente tres pares de ojos.
“Es una araña tímida, de hábitos nocturnos, que teme a la luz, por lo que es muy difícil verla en el día y, por ello, es desconocida para la mayoría de las personas”, detalla el químico farmacéutico. “Este arácnido vive en rincones oscuros de los hogares, detrás de los cuadros, entretechos, en muros divisorios, tejiendo una tela desordenada y de aspecto sucio, en donde habita y devora su alimento”, agrega el académico de la UNAB.
¡Cuidado!
La mayoría de los accidentes por mordedura de araña de rincón ocurren dentro del hogar y en las horas de la noche, principalmente en primavera y verano, siendo el dormitorio el lugar más frecuente y las extremidades los segmentos corporales más afectados.
Según el también profesor de toxicología de la U. Andrés Bello, la araña de rincón no se caracteriza por ser agresiva, sino que muerde sólo en defensa propia cuando la molestan o presionan.
“Su mordedura pocas veces pasa inadvertida, ya que se presenta una sensación punzante en la piel, seguida de un dolor intenso de la zona, pero luego de un periodo de latencia cada una presenta manifestaciones diferentes y evolución características”, dice el experto.
El director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB advierte que “la mordedura se expresa con una brusca sensación punzante en la piel, luego un dolor intenso que se presenta usualmente entre las dos a 18 horas después, y aumento de volumen en la zona, con formación de vesículas”.
Asimismo, el profesional subraya que “se pueden presentar síntomas como fiebre, malestar general, escalofríos, cefaleas, y hematuria (orina con sangre). Es recomendable acudir inmediatamente a un servicio de urgencia”.
Torres destaca que, según la extensión y profundidad de la herida, se puede requerir de cirugía reconstructiva. “Las lesiones más severas se han observado en áreas de mayor acumulación de tejido graso, como los muslos y glúteos”, concluye.
Finalmente, añade que frente a la mordedura “se sugiere contener al paciente, inmovilizar la zona afectada y aplicar frío local. Si disponemos de un antialérgico que el paciente haya utilizado antes, se recomienda utilizarlo también. Muy importante, trasladar a un servicio de urgencias para evaluación médica y tratamiento específico”.