¿Es posible llevar una alimentación vegana desde la infancia sin tener consecuencias negativas?
Con el pasar de los años cada vez aumenta más la población que se adhiere a este estilo de vida, que define a las personas que se abstienen de consumir todo tipo de alimentos de origen animal, donde muchas veces va más allá de la alimentación, excluyendo también productos textiles o cosméticos, entre otros, que contengan sustancias de origen animal o que hayan empleado experimentación con animales para su fabricación.
Cuando se es adulto y se toma la decisión de dejar consumir seres vivos y ser consciente del entorno en que se vive, se generan muchas preguntas al respecto, siendo una de estas el hecho de poder criar a los propios hijos con este estilo de vida sin generar consecuencias negativas en ellos.
La mayor controversia que existe al respecto es la mayor posibilidad a presentar déficit de nutrientes, donde hay que poner atención en el aporte de proteínas, ácidos grasos omega 3, hierro, calcio, zinc, yodo, vitamina D, vitamina B12, riboflavina y selenio, los cuales están implicados en funciones biológicas de vital importancia, especialmente durante el crecimiento y desarrollo. No obstante, todos ellos pueden ser aportados a través de una alimentación bien planificada, a excepción de la vitamina B12 que habrá que suplementarla en todos los casos dado que se encuentra únicamente en alimentos de origen animal como carnes, pescados, huevos, leche, etc. (1).
Para un recién nacido de madre vegana la lactancia materna sigue siendo el alimento ideal para él, ya que la leche de las mujeres veganas que llevan una alimentación planificada, responsable y suplementada en B12 es nutricionalmente completa y de composición similar a la de las mujeres omnívoras, es decir aquellas que consumen alimentos de origen animal y vegetal(3).
En el caso de que se decida no dar lactancia materna ni fórmulas lácteas infantiles, debido a que estas últimas proceden de animales, tendrán que recurrir a otros preparados como las fórmulas a base de soja y las fórmula hidrolizadas a base de arroz, siendo estas bien toleradas por los lactante y que hoy en día son completas en algunos aminoácidos, moléculas que constituyen a las proteínas, como metionina, taurina, carnitina y minerales como Fe, Zn, Ca y fósforo (4).
Es importante considerar que estas no deben ser un sustituto para la leche materna, siendo esta siempre la primera opción, la cual es ideal que se entregue al lactante el mayor tiempo posible y a libre demanda.
Respecto a la alimentación complementaria, es decir, cuando el lactante incorpora los alimentos sólidos desde los 6 meses, las necesidades nutricionales de veganos son las mismas que los omnívoros, lo que es diferente es el alimento con el cual va a cubrir dichas necesidades, Lo que es vital es que él niño/a reciba los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse. (5)
Es por esto que es importante hacer un seguimiento estricto a través de un profesional de la salud del crecimiento pondoestatural del niño/a y educar a los padres respecto a los alimentos que necesita su hijo/a para crecer.
Fuentes vegetales de nutrientes importantes para el desarrollo de los niños y niñas (6)
- Proteínas: Legumbres (garbanzos, lentejas, porotos, arvejas, soja y derivados), frutos secos, seitán, cereales integrales y semillas.
- Calcio: Tofu, soja, kale, brócoli, col de Bruselas, sésamo, almendras, garbanzos, zapallo, zanahoria, higos y verduras de hojas verdes.
- Omega 3: Semillas de lino, semillas de chía, soja, nueces, y verdura de hoja verde.
- Hierro: Legumbre (soja, lentejas, garbanzos, porotos blancos y rojos), frutos secos y cereales integrales (avena, trigo, cebada, quinoa, amaranto, etc.)
- Zinc: Semillas (calabaza, sésamo y girasol), frutos secos, legumbres, cereales (avena y quinoa) y tofu.
- Yodo: Sal yodada y algas.
- Vitamina D: Exposición solar y algunas variedades de champiñones y levaduras.
- Vitamina B12: Suplementación
La alimentación vegana mal planificada, así como cualquier otro tipo de alimentación desequilibrada puede traer consigo consecuencias negativas sobre la salud y el crecimiento del niño/a, dado que el mayor riesgo es el déficit de nutrientes, sin embargo, con una buena planificación alimentaria es posible instaurar este estilo de vida de manera responsable desde los primeros años de vida, siendo siempre asesorado por un profesional nutricionista que realice un seguimiento del crecimiento del niño/a y asesore sobre la alimentación de este.
Creado por: Angela Álvarez Gallardo, Interna de Nutrición y Dietética, Universidad Católica del Norte