Ante el anuncio entregado este miércoles por la Corte Suprema, las organizaciones integrantes de Alianza Humboldt apuntaron a que ahora está en manos de las ministras y ministros del Comité frenar la destrucción del Archipiélago Humboldt, terminando para siempre con las aspiraciones de que Andes Iron levante ahí su proyecto minero portuario Dominga, el que pretende su construcción en uno de los ecosistemas terrestres y marinos más importantes del país.
“Lamentamos que la Corte Suprema no haya rechazado de forma definitiva el proyecto, pero creemos que el Comité de Ministros tiene toda la capacidad para darse cuenta de que este es un lugar que debe protegerse, tanto por sus particularidades ecosistémicas como por el riesgo de que este mega proyecto representa para el abastecimiento de agua en la población del lugar”, afirmó la abogada de Defensoría Ambiental, Alejandra Donoso. En la misma línea, Cristóbal Díaz de Valdés, quien además presentó un recurso de casación ante la Corte Suprema y representa a Chao Pescao en Alianza Humboldt, enfatizó que “el Archipiélago es un hotspot de biodiversidad mundialmente reconocido que debe preservarse para las futuras generaciones, y en el escenario actual de crisis climática, la ciencia nos está señalando cuáles son las zonas que debemos proteger, siendo el Archipiélago Humboldt una de ellas”.
En Alianza Humboldt también han levantado la alerta sobre las otras aristas que envuelven al proyecto Dominga, cuyo proceso de evaluación ambiental se ha visto salpicado por una serie de irregularidades, las que culminaron con las revelaciones dadas a conocer por el bullado caso Pandora Papers. En la investigación periodística, se involucra el proyecto Dominga con el family office del expresidente Sebastián Piñera, y el pago en tres cuotas que recibiría de la familia Délano por la venta de su parte, en donde la última de ellas estaba condicionada a que no se decretara la protección marina del área.
La coordinadora de campañas de Greenpeace, Estefanía Gonzalez, asevera que “con el correr de los años hemos sido testigos de los conflictos de interés que envuelven al caso Dominga, por lo que este proyecto es inviable, y no solo por su trasfondo político y económico, sino que también porque estamos hablando de una zona invaluable en términos de biodiversidad”.
En la bahía donde pretende instalarse el proyecto Dominga, entre las regiones de Atacama y Coquimbo, se han conformado algunas de las áreas de manejo de recursos bentónicos más productivas del país. Administradas por los propios pescadores artesanales, han logrado transformarse en los principales productores de locos y lapas de toda la región de Coquimbo. Asimismo, en las últimas décadas la actividad turística se ha transformado en uno de los motores económicos para el Archipiélago, gracias a sus atributos naturales que permiten a visitantes de Chile y el mundo avistar ballenas, pingüinos de Humboldt, delfines nariz de botella y cientos de aves marinas que utilizan este espacio como una zona de descanso, alimentación y reproducción.
Por estas mismas razones, desde Alianza Humboldt Atacama-Coquimbo han sido enfáticos en que las comunidades costeras de La Higuera, en Coquimbo, y Freirina, en Atacama, existe una amplia oposición a Dominga y a cualquier mega puerto que quiera instalarse en la zona.
“Nosotros estamos a diario con pescadores artesanales, agentes turísticos y agricultores de estas localidades, y tenemos absoluta certeza respecto a la oposición que existe hacia Dominga” afirma Nancy Duman, representante de Alianza Humboldt Atacama- Coquimbo, “desde el mundo empresarial y algunas autoridades siempre ha existido el ánimo de industrializar la bahía de La Higuera, por lo que esperamos que el Comité de Ministros entienda que el Archipiélago Humboldt debe protegerse de forma definitiva y no puede transformarse en una nueva zona de sacrificio”.
El proyecto Dominga fue rechazado en 2017, tanto por la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo como por el Comité de Ministros, porque presentaba una deficiente línea base del medio marino, subestimaba su área de influencia y no caracterizaba las rutas de navegación, falencias técnicas de profundo riesgo para uno de los ecosistemas marinos más biodiversos de toda la corriente de Humboldt. Frente a esos rechazos, Andes Iron apeló y judicializó el caso, situación que se ha arrastrado por los últimos cinco años.
Alianza Humboldt está conformada por las organizaciones Oceana, Greenpeace, Sea Shepherd, Parley, Chao Pescao, Fundación Terram, Chile Sustentable, ONG FIMA, Defensoría Ambiental, Geute, Ecosistemas, Fundación Jane Goodall, Ayni, Chinchimén, Fundación Relaves, Aula de Mar, Panthalassa, Codesa, Plastic Oceans y C-Verde; junto a agrupaciones de la zona en conflicto coordinadas a través de Alianza Humboldt Coquimbo-Atacama, la cual está compuesta por Defensa Ambiental IV Región, MODEMA y Sphenisco, además de 100 organizaciones regionales.