Su prevalencia estimada es de 3,6% a nivel mundial y si bien sus causas son múltiples, la consecuencia más grave es una sola: la pérdida total de la visión. De hecho, constituye la primera causa de ceguera irreversible en el mundo.
El glaucoma es una enfermedad multifactorial que “antiguamente se asociaba a la presión intraocular elevada por una causa primaria, que puede ser el envejecimiento de algunas estructuras internas del ojo, que tienen la misión de eliminar el humor acuoso. Este es un líquido que permite la nutrición de la córnea, el cristalino y el humor vitreo”, explica Ana Riquelme Larraín, tecnólogo médico con mención en Oftalmología de la Universidad San Sebastián.
Hace algunos años también se detectó el glaucoma normotenso, donde la presión dentro del ojo es normal, pero igual “se produce el mismo desgaste o excavación en el nervio óptico porque hay una disminución en la irrigación de él”.
Esta enfermedad se asocia además a patologías como diabetes mellitus, Alzheimer, Parkinson y apnea del sueño. Existen otros factores como la herencia y enfermedades inmunes, pero esto último aún se encuentra en estudio. Asimismo, una miopía alta también se puede vincular con el riesgo de desarrollar glaucoma y por eso la académica dice que “los pacientes que tienen dioptrías sobre los 5 o 6 deberían hacerse exámenes incluso antes de los 40 años”.
¿Hay síntomas?
-La enfermedad no se manifiesta. El paciente no tiene síntomas y si no siente dolor no consulta al especialista. Sólo es posible detectarla durante la atención en una consulta por la solicitud de una receta de lentes para una persona que ya está presentando presbicia, esto es desde los 40 años en adelante.
Si el paciente presenta algún signo de Glaucoma, se le solicitarán exámenes específicos como la toma de la presión intraocular, 3 o 4 veces al día, la medición del grosor corneal y el campo visual para determinar si la retina está funcionando normalmente.
¿Cuándo son más evidentes?
-Con esta enfermedad lo último que se pierde es la visión central que es la que usamos para leer. El paciente primero pierde la visión periférica y sólo al final le ocurre lo mismo con la visión central. El diagnóstico precoz permite retrasar su progresión. Su tratamiento consiste básicamente en la aplicación de colirios y en algunos casos se recurre a la cirugía convencional o cirugía láser.
¿Con cuanta frecuencia hay que someterse al control?
Pacientes que están bajo sospecha y con antecedentes hereditarios o familiares deberían hacerse los exámenes cada año, porque se sabe que cuando hay una alteración las consecuencias o efectos en el campo visual aparecen después de 5 años, por lo tanto para que se haga una real prevención es necesario el control anual.
Es aconsejable que sea cada año para prevenir su aparición con mayores daños. Lamentablemente esta patología que es invalidante no está en el GES y afecta a personas mayores de 40 años y algunos jóvenes. No hay que olvidar que la población chilena está envejeciendo y personas mayores de 70 años siguen trabajando para financiar sus bajas pensiones. Si tuvieran glaucoma se quedarían sin esa posibilidad.