- El futuro recinto, que ya alcanza un 24% de avance, ofrecerá espacios más amplios y prestaciones que mejorarán la experiencia de pacientes, familias y equipos de salud.
La apertura del nuevo Hospital de Coquimbo está cada vez más cerca, lo que ha incrementado la expectación y el interés de la comunidad por saber un poco más de este importante proyecto regional.
Desde calle La Cantera ya se puede observar fácilmente el avance de los siete pisos con los que contará el nuevo edificio, que será 4.6 veces más grande que el actual y cuyas obras alcanzan un 24% de ejecución. Por eso, al igual que el progreso de la construcción, la curiosidad por conocer los cambios que implementará el nuevo Hospital de Coquimbo también ha ido creciendo, especialmente cuando las proyecciones apuntan a nuevas especialidades, salas de atención renovadas y espacios destinados a la recreación, entre otros.
Terapias complementarias para el bienestar físico y emocional
Con el objetivo de contribuir a la recuperación de la salud desde una visión diferente a la medicina convencional, es que desde hace un tiempo el Ministerio de Salud ha incorporado distintas terapias complementarias. Esta es una innovación que también llegará al nuevo Hospital de Coquimbo, establecimiento que espera contar en sus prestaciones con acupuntura, reiki, yogaterapia, flores de Bach y biodanza.
“Con esta iniciativa se busca mejorar el bienestar de los usuarios mediante la combinación de tratamientos convencionales y terapias complementarias, todas respaldadas por la evidencia científica. De esta forma, nuestro establecimiento podrá enfocarse no solo el tratamiento de los síntomas, sino también en las causas de las enfermedades, favoreciendo el bienestar físico y emocional de los usuarios. Esto permitirá ofrecer atenciones más personalizadas, promover hábitos de autocuidado y ampliar las alternativas terapéuticas disponibles, contribuyendo así a una atención más humana, cercana y centrada en las necesidades de cada usuario”, señala el director del Hospital de Coquimbo, el Dr. Gabriel Sanhueza.
Otra de las incorporaciones serán las nuevas salas de parto integral, que permitirán a las gestantes y sus familias poder realizar todo el proceso de parto, nacimiento y recuperación, de acuerdo a sus propias necesidades.
“La nueva Unidad de Parto Integral busca favorecer una experiencia más cálida y acompañada para la madre, promoviendo el apego e incorporando recursos como hidroterapia, musicoterapia, aromaterapia y otras técnicas de relajación que contribuyen a disminuir la ansiedad, favorecer el confort materno y promover un nacimiento más respetado. Todo esto sin dejar de lado el respaldo clínico y la capacidad resolutiva de un establecimiento de alta complejidad, por eso es una propuesta que integra tecnología, bienestar y acompañamiento en un solo espacio”, indica María Teresa Lizana, coordinadora técnica APP – Hospital de Coquimbo.
Auditorio para actividades propias y de la comunidad

Dentro de los avances considerados en el nuevo edificio también llama la atención el auditorio, una infraestructura con capacidad para 315 personas, que no solo será útil para los funcionarios del hospital, sino que también tendrá un impacto positivo en la comunidad en general.
“Este espacio está pensado para jornadas técnicas, capacitaciones, presentaciones intra y extra hospitalarias, como obras de teatro o presentaciones musicales, e incluso actividades académicas como seminarios, clases magistrales y encuentros formativos. Estas estrategias resultan clave, ya que permiten otorgar una mirada vinculante con la comunidad usuaria, tanto interna como externa, fortaleciendo el rol del establecimiento como un espacio abierto, integrador y articulado con su entorno social, cultural y académico”, complementa María Teresa Lizana.
El gran cambio: febrero de 2028
Es importante destacar que la apertura del nuevo Hospital de Coquimbo, a través de la Puesta en Servicio Provisoria (PSP), se proyecta para febrero de 2028, fecha que marcará el inicio de una fase clave para el recinto. Durante este periodo, se comenzará a activar la marcha blanca, que busca evaluar el desempeño del edificio en un contexto real.
“Esta etapa de puesta en marcha será fundamental para ajustar procedimientos, optimizar flujos de trabajo y asegurar que los equipos clínicos y administrativos cuenten con las condiciones necesarias para brindar una atención segura, oportuna y eficiente. De este modo, el hospital avanzará hacia su plena operatividad de forma ordenada y controlada, siempre con el foco puesto en las necesidades de la comunidad”, detalla el director del Hospital de Coquimbo.
Sin duda, a medida que este importante hito se acerque, también crecerá la expectación entre los equipos y la comunidad, generando una mezcla de entusiasmo, orgullo y alegría por ver concretado un proyecto largamente esperado.
